El falso sueño marroquí que quieren imponer a los saharauis con el autodenominado «Plan de autonomía»

El falso sueño marroquí que quieren imponer a los saharauis con el autodenominado «Plan de autonomía»

Marruecos no hace soñar, pero pretende vender ese sueño a los saharauis

Por Riyad Hamadi | TSA, 31 de octubre de 2025

Estados Unidos quiere entregar el Sáhara Occidental a Marruecos, sin consultar a los principales interesados en ese “regalo”: los saharauis.

Desde 2007, Marruecos repite que su plan de autonomía es la única solución posible al conflicto del Sáhara Occidental.
A los saharauis les promete que, si aceptan convertirse en súbditos del rey, tendrán desarrollo, prosperidad y libertad. En suma, todo aquello que el reino es incapaz de ofrecer a su propio pueblo. La incoherencia salta a la vista.

Marruecos ha podido vender su plan a algunos países occidentales, pero le resultará imposible convencer a los saharauis de que su vida mejorará bajo soberanía marroquí.
Y esto por una razón muy sencilla: también ellos siguen la actualidad marroquí, marcada por las protestas endémicas contra la miseria social, las desigualdades y los ataques a las libertades.

Los jóvenes, entre el desempleo y la represión

Los portavoces del palacio real claman victoria ante la inminente votación del Consejo de Seguridad sobre el Sáhara Occidental este 31 de octubre, mientras el país acaba de salir de una revuelta que rozó el carácter de “motines del hambre”.

El movimiento GenZ 212, que sacudió el reino entre finales de septiembre y mediados de octubre, exigía mejores servicios sanitarios y educativos, empleo, el fin de las desigualdades y de la corrupción de una casta dirigente depredadora. La chispa fue la muerte de ocho mujeres embarazadas en una maternidad.

El gobierno y el palacio real solo lograron sofocar la protesta mediante una nueva represión brutal. Cerca de 1.500 manifestantes están encarcelados y decenas de ellos han sido condenados a penas de hasta 15 años.

No es la primera vez que el poder de Rabat actúa así contra una población que reclama mejores condiciones de vida. En 2016-2017, tuvo que recurrir a la fuerza para aplastar durante casi un año la revuelta del Rif, que pedía pan y justicia.

La política de prestigio del Palacio, que gasta sin medida en competiciones e infraestructuras deportivas, apenas logra disimular la miseria que sufre la gran mayoría de los súbditos del rey.

Las imágenes de las tentativas colectivas de jóvenes marroquíes por huir hacia las ciudades españolas de Melilla y Ceuta dan la vuelta al mundo.
La de septiembre de 2024 fue particularmente impresionante, con un despliegue de medios represivos masivo.

Así, el reino invita a los saharauis a vivir en un supuesto “paraíso” del que los propios marroquíes tratan de escapar arriesgando la vida.

Si los jóvenes marroquíes desean marcharse, es para huir de la mala vida. Según estadísticas oficiales, el desempleo afecta al 38 % de ellos.

El mundo asiste año tras año a tragedias que reflejan la profunda angustia social que impera en Marruecos. Las llamadas “mujeres-mula”, madres obligadas a cargar mercancías desde las ciudades españolas, mueren con frecuencia bajo el peso de sus fardos.

En 2023, el terremoto del Alto Atlas mostró al mundo la miseria de los pueblos de montaña, hechos de barro cocido y sin vías de comunicación.

Incapaz de reconstruir una región devastada

Los equipos de rescate tardaron varios días en llegar a las zonas afectadas, y años después los damnificados siguen pasando los inviernos bajo tiendas. El Estado marroquí no tiene medios para reconstruir.

El miércoles estalló una fuerte polémica sobre la calidad de la harina: Ahmed Touizi, presidente del grupo parlamentario Autenticidad y Modernidad, denunció que se distribuía a la población una harina mezclada con papel.

Lo que no muestran las imágenes lo confirman de manera irrefutable las estadísticas de los organismos internacionales: tasas alarmantes de desempleo, desigualdad, corrupción e índices bajos de desarrollo humano.

Y cuando no son las cifras, son los hackers quienes revelan la cara oculta del reino. Desde abril, el grupo JabaRoot multiplica las filtraciones, causando escándalo incluso en el extranjero. Marruecos no es un país que haga soñar, como pretende hacerlo creer a los saharauis.

Estados Unidos, Francia y otros países quieren entregar el territorio saharaui a Marruecos, despreciando la legalidad internacional que deberían defender en el Consejo de Seguridad, y sin consultar a los principales afectados: los saharauis.

Origen: Le Maroc ne fait pas rêver pour le faire miroiter aux Sahraouis


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