ECS. Nueva York. | El Frente POLISARIO condena «enérgicamente» la continuación de la política de «tierra quemada» llevada a cabo por el ocupante marroquí y su reciente campaña de «terror e intimidación» contra los civiles saharauis, pidiendo al Secretario General de la ONU que actúe con urgencia para poner fin a la «brutalidad» y al «terrorismo» al que está sometido el pueblo saharaui.
»Siguiendo las instrucciones de mis superiores, le escribo con gran preocupación para llamar su atención y la del Consejo de Seguridad sobre la continua política de tierra quemada seguida por el estado ocupante de Marruecos desde el comienzo de su ocupación militar ilegal del Sáhara Occidental el 31 de octubre de 1975 con el objetivo declarado de aniquilar al pueblo saharaui y expropiar sus tierras y recursos.» escribió en una carta el representante del Frente POLISARIO ante las Naciones Unidas y coordinador con la MINURSO, Dr. Sidi Omar, al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres.
En su carta, el representante del Frente POLISARIO cita los últimos informes recibidos sobre los territorios saharauis ocupados, que muestran que «las autoridades de ocupación marroquíes están llevando a cabo una política de tierra quemada contra muchas familias que viven fuera de las principales ciudades del Sáhara Occidental ocupado», señalando que «Desde el primer día de su ocupación militar ilegal del Sáhara Occidental, las fuerzas de ocupación utilizan los métodos más terribles de asesinato en masa, enterrando a personas vivas y arrojándolas desde helicópteros, además del bombardeo indiscriminado de civiles con armas prohibidas como el napalm y fósforo blanco.»
Sidi Mohamed Omar también denuncia “acciones de terror y represalia sostenidas contra civiles saharauis, activistas de derechos humanos y periodistas en los Territorios Ocupados Saharauis» afirmando que »El nivel de violencia y brutalidad al que están sometidos los saharauis a diario es una verdadera afrenta a la conciencia humana.»
»Desde que el estado ocupante de Marruecos torpedeó el alto el fuego de 1991 el 13 de noviembre de 2020, las fuerzas de ocupación marroquíes han estado utilizando todo tipo de armas, incluidos vehículos aéreos no tripulados (UAV), para asesinar cruelmente no solo a decenas de civiles saharauis, sino también a civiles y nacionales de países vecinos que iban de tránsito por los Territorios Saharauis Liberados.» añadió.
En base a lo anterior, el Frente POLISARIO condena «enérgicamente» la continuación de la «política de tierra quemada» del estado de ocupación marroquí y su campaña de »terror e intimidaciones», exigiendo a la ONU, encabezada por su secretario general, que actúe «rápidamente» para poner fin a «la brutalidad y el terror» a los que están expuestos diariamente los civiles y militantes saharauis, así como los defensores de los derechos humanos, poniendo como ejemplo Sultana Jaya y su familia.
El Frente POLISARIO también pide «garantizar la liberación inmediata e incondicional de los presos políticos saharauis», incluido el grupo Gdeim Izik, que se encuentra detenido desde 2010 en las cárceles de la potencia ocupante.
El POLISARIO insta además al Secretario General de la ONU, así como al Consejo de Seguridad, «a hacer pleno uso del poder que le confiere la Carta y las resoluciones de las Naciones Unidas para poner fin a la continua agresión del estado ocupante marroquí contra el pueblo saharaui, afirmando que esta guerra corre el riesgo de hundir toda la región en una espiral de violencia e inestabilidad».
Una investigación elaborada por este medio y publicada a los seis meses de iniciarse la guerra, reveló que la escalada bélica era análoga a la escalada represiva marroquí, ahora, otro informe elaborado por organizaciones no gubernamentales en cooperación con activistas saharauis corrobora y reafirma la brutal represión que Marruecos sigue practicando contra civiles saharauis en los territorios que ocupa únicamente por su pensamiento político. El citado informe desvelaba la espantosa cifra de una violación marroquí de DD.HH cada dos días en el Sáhara Occidental ocupado, especificando que las violaciones marroquíes no serían posibles sin la complicidad de los sucesivos gobiernos de Francia y de EE.UU y su ayuda diplomática y financiera. La ola de represión desatada, que incluso viola la constitución marroquí, infringe numerosos artículos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966 del que Marruecos es signatario desde 1979, la IV Convención de Ginebra, la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, la Convención por los Derechos de la Infancia de la Organización para la Cooperación Islámica, la Convención por los derechos de la infancia así como la Convención para la Eliminación de Todas las formas de discriminación contra las mujeres, cuya violación puede considerarse crímenes de guerra y de lesa humanidad.