Agencias
Madrid (ECS). – El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, ha cancelado su viaje a la Cumbre de las Américas (La Cumbre de Biden), que se celebra esta semana en Los Ángeles y en la que España había sido invitada en calidad de observador.
Este cambio de agenda se debe a la grave crisis diplomática y comercial con Argelia como consecuencia del giro en la política exterior española hacia el Sáhara Occidental, conflicto bilateral agravado después de que Argel rompiera el miércoles el Tratado de amistad con España firmado en 2002.
Albares acude a Bruselas para reunirse con Valdis Donbrovski, vicepresidente económico de la Comisión Europea. El gobierno de Pedro Sánchez ha pedido en dos ocasiones, en menos de un año, amparo a la UE en relación a sus crisis con Marruecos y ahora con Argelia.
En este contexto, el Gobierno de Sánchez no revisará su decisión sobre el Sáhara Occidental, en favor de las tesis de Marruecos en el Sáhara Occidental, sin tener en cuenta el portazo dado por el Ejecutivo de Argelia. Moncloa defiende su decisión, sea ésta cual sea, como la de «un país soberano» y rechaza la «injerencia» de Argel. «Ellos no son parte en el conflicto del Sáhara, según Naciones Unidas», remacha una alta fuente del ejecutivo socialista en declaraciones a EL ESPAÑOL.
Según dijo Albares, este jueves, que España se atendrá, en su respuesta a la crisis con Argelia, a los principios del tratado de buena vecindad y amistad que el país norteafricano suspendió este miércoles. Estos son: «Igualdad soberana de los Estados, no injerencia en asuntos internos, respeto mutuo y beneficio mutuo», recalca el polémico titular de Exteriores español.
Albares trata con estas declaraciones mantener la elegancia diplomática en público, pero en privado, dos ministros del gobierno de España, en declaraciones a El ESPAÑOL, han recordado que «Argelia no tiene nada que decir en el conflicto del Sáhara Occidental, porque según Naciones Unidas no es parte en el conflicto».
«Si Argelia quiere tener algo que decir, basta con que se implique en las soluciones, y no en reaccionar a las decisiones soberanas de España», añade uno de estos miembros del Gobierno al rotativo mencionado.