«El Gobierno sabía que había sido espiado con Pegasus y lo ocultó»: ‘El vecino incómodo’, el libro de Sonia Moreno que explica el giro de Sánchez con Marruecos

«El Gobierno sabía que había sido espiado con Pegasus y lo ocultó»: ‘El vecino incómodo’, el libro de Sonia Moreno que explica el giro de Sánchez con Marruecos

Sonia Moreno, que fue corresponsal en Marruecos durante quince años, condensa en ‘El vecino incómodo’ 15 años de investigación sobre la compleja relación de España con Rabat.

Artículo que se cita: «El Gobierno sabía que había sido espiado con Pegasus y lo ocultó»: el libro que explica el giro de Sánchez con Marruecos


“Miedo, chantaje y silencio: España ante el vecino incómodo”

El nuevo libro de Sonia Moreno, Marruecos, el vecino incómodo (La Esfera de los Libros, 2025), condensa quince años de investigación y una conclusión tan incómoda como cierta: España vive prisionera del miedo a Marruecos. Como señala la periodista en su entrevista con El Español, el poder político español ha aceptado una relación de subordinación, marcada por chantajes, espionaje y cesiones diplomáticas que culminaron en el giro de Pedro Sánchez sobre el Sáhara Occidental. Moreno sostiene que “el Gobierno sabía que había sido espiado con Pegasus y lo ocultó durante un año”, y que solo lo reveló cuando necesitó una coartada política. Esa afirmación, respaldada por informes del CNI y por expertos en ciberseguridad, desmonta la versión oficial y confirma lo que desde el movimiento solidario con el Sáhara llevamos años denunciando: la política exterior española no responde a principios, sino a miedo y cálculo.

El análisis de Moreno revela la trama oculta que une espionaje, migración y ocupación. Marruecos, convertido en “guardián de Europa” frente a la inmigración y el terrorismo, utiliza esa posición para imponer sus condiciones a Madrid y Bruselas. “Marruecos tiene la sartén por el mango y casi siempre se sale con la suya”, afirma la autora. La crisis de Ceuta de 2021, con 12.000 personas cruzando la frontera en dos días, fue una advertencia directa tras la hospitalización de Brahim Gali, líder del Frente Polisario. Una nueva “Marcha Verde”, ejecutada esta vez sin banderas, sino con desesperados empujados por Rabat hacia la frontera. Un año después, el Gobierno español “selló la paz” entregando el Sáhara a cambio de silencio. La periodista no duda en calificar ese episodio como un ejemplo de “guerra híbrida”: un chantaje político ejecutado con seres humanos como arma.

Moreno también expone la contradicción moral de una alianza basada en la impunidad. Marruecos, recuerda, encarcela periodistas, tortura activistas y protege a narcotraficantes, mientras España lo defiende en foros internacionales como si fuera un aliado democrático. En palabras de la autora: “Defendemos a un país que mete en la cárcel a una persona por llevar una camiseta y protege a delincuentes como el ‘Messi del hachís’”. No es una metáfora: la Marina Real marroquí ha sido grabada colaborando con narcolanchas en aguas españolas, un escándalo que el Gobierno español prefirió ignorar. Esa doble moral se repite en cada capítulo: un Marruecos moderno para las fotos, y otro rural, empobrecido y analfabeto, desconocido para la mayoría de los españoles.

El libro desmonta la ilusión de “vecindad estratégica” con la que Moncloa justifica su sumisión. Según Moreno, la política exterior española hacia Marruecos no se basa en cooperación, sino en temor preventivo. “Todos los diplomáticos dicen lo mismo: el gran temor es molestar a Rabat”, explica. Marruecos telefonea a Madrid para protestar incluso por reuniones privadas con saharauis en ministerios españoles. Y Madrid, como tantas veces antes, pide disculpas. Ese reflejo servil, cultivado durante décadas por gobiernos del PSOE y del PP, ha convertido la política hacia el Sáhara Occidental en un tabú de Estado: ni se menciona, ni se discute, ni se cuestiona.

Desde la Plataforma No te olvides del Sáhara Occidental, la lectura del libro de Sonia Moreno confirma una verdad fundamental: la política española sobre Marruecos está construida sobre la renuncia al derecho internacional. Lo que comenzó con el abandono del Sáhara en 1975 continúa hoy con espionajes encubiertos, acuerdos comerciales ilegales y complicidades vergonzantes. “Miedo” es, efectivamente, la palabra que mejor define esa relación. Pero el miedo nunca construyó justicia ni dignidad. España no tiene un vecino incómodo: tiene un espejo incómodo que refleja sus propias cobardías políticas y su traición permanente al pueblo saharaui.

Plataforma “No te olvides del Sáhara Occidental”


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