Al dirigirse a la sesión plenaria del Consejo de Derechos Humanos, en el marco del tema 2 del orden del día del Consejo, el Representante Permanente de Tanzanía subrayó que han transcurrido cincuenta años desde dos acontecimientos internacionales históricos: la Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia de 1975, que dictaminó que el Sáhara Occidental no era terra nullius y reafirmó el derecho inalienable del pueblo saharaui a la libre determinación; y la conclusión de la misión de investigación de las Naciones Unidas de que la abrumadora mayoría de los saharauis apoyaba la independencia y reconocía al Frente Polisario como su legítimo representante político.
“Sin embargo, medio siglo después, el pueblo saharaui sigue sin poder ejercer su derecho a la autodeterminación y el proceso de descolonización sigue incompleto, con graves consecuencias para los derechos humanos, la paz y la estabilidad regional”, subraya la declaración.
El Grupo de Estados expresó su profunda preocupación por la persistente obstrucción de Marruecos a la vigilancia independiente de los derechos humanos. Por noveno año consecutivo, se le ha denegado el acceso al Sáhara Occidental a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, a pesar de las reiteradas solicitudes y los llamamientos del Consejo de Seguridad. El último informe del Secretario General de las Naciones Unidas (S/2024/707) subrayó que la ausencia de una vigilancia imparcial y sostenida socava la posibilidad de una evaluación precisa de la situación.
Para agravar esta brecha, el Grupo denunció la exclusión sistemática de observadores y organizaciones internacionales del territorio, así como la represión de los actores locales que intentan documentar los acontecimientos en ausencia de supervisión internacional.
El Embajador Abdallah señaló que, a pesar de su mandato de organizar un referéndum de autodeterminación, la MINURSO sigue siendo la única misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas que no tiene un componente de vigilancia de los derechos humanos.
La declaración también llamó la atención sobre las crecientes denuncias de acoso, intimidación y represalias contra activistas saharauis que defienden pacíficamente su derecho a la autodeterminación. En una histórica comunicación conjunta emitida el 20 de marzo de 2025 (AL MAR 2/2025), ocho Relatores Especiales de la ONU denunciaron la continua campaña de represión, discriminación racial y violencia de Marruecos contra defensores, periodistas y activistas saharauis, citando 79 casos documentados.
Además, el Grupo recordó la decisión del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Detención Arbitraria (A/HRC/WGAD/2023/23), que declaró arbitraria la detención de los presos de Gdeim Izik y exigió su liberación inmediata. En lugar de acatar la decisión, Marruecos ha sometido a los presos y a sus familias a represalias debido a su cooperación con los mecanismos de las Naciones Unidas.
En su llamamiento final, el Grupo de Estados instó a todos los Estados y, en particular, al Consejo de Derechos Humanos a garantizar la protección de los defensores de los derechos humanos saharauis, oponerse a todas las formas de represalias e intimidación, exigir a Marruecos que ponga fin de inmediato a las prácticas discriminatorias contra el pueblo saharaui y defender la legalidad internacional trabajando por la única solución legal y duradera: la realización del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, incluida la opción de la independencia.
Finalmente concluyó que “el multilateralismo y el pleno respeto del derecho internacional siguen siendo indispensables para lograr la paz, la justicia y la estabilidad en el Sáhara Occidental y en toda la región”. (SPS)

