Una reciente investigación conjunta realizada por 16 medios de comunicación sostiene que este software espía, desarrollado por la empresa NSO Group, que en un principio solo estaba preparado para combatir, supuestamente, el crimen y el terrorismo, ha tenido 50.000 objetivos en todo el mundo desde el 2016. Así, este software ha sido un arma manejada para controlar a sus ciudadanos, entre ellos, políticos, periodistas, funcionarios, empresarios y activistas, así como otras entidades.
En 2019 se vinculó a este software con el espionaje político, y WhatsApp, la empresa estadounidense de mensajería instantánea asegura que se utilizó Pegasus contra 1.400 usuarios, aunque la empresa israelí niega la acusación.
De acuerdo con la investigación, la compañía israelí habría contratado el uso de este software como mínimo, en 11 países: Arabia Saudí, Azerbaiyán, Bahréin, Marruecos, Kazajistán, México, Hungría, India, Emiratos Árabes Unidos, Ruanda y Togo. Por lo que, estamos hablando, sin duda, de una de las herramientas de robo de información más potentes que hay en la Red.