La callada por respuesta. Es la estrategia por la que ha optado el ministerio de Cultura que dirige Ernest Urtasun después de que El Independiente informara esta semana de que, por primera vez, un documento del ministerio de Cultura publicado en el BOE reconoce como ciudad marroquí a El Aaiún, la capital del Sáhara Occidental ocupado por Rabat.

Las reiteradas peticiones de información cursadas por este diario al gabinete de prensa del ministerio de Cultura ni siquiera han sido respondidas. El silencio más absoluto. Tampoco ha recibido contestación alguna la delegación en Madrid del Frente Polisario, que -tras publicarse la información- le envió una carta a Urtasun pidiéndole que rectificara la decisión adoptada por su predecesor Miquel Iceta, hoy instalado cómodamente en París como embajador español ante la Unesco.

La licitación de unas reformas en el colegio español de El Aaiún, acompañada de una serie de documentos en los que se reconoce la ciudad como territorio de Marruecos, ha provocado un cruce de versiones contradictorias entre los ministerios de Educación y Cultura, en manos ahora de PSOE y Sumar respectivamente, tras la consulta planteada por este diario. Tras la publicación de la información por este diario, el Frente Polisario instó a Urtasun a respetar el derecho internacional.

«El Representante en España ha instado al Ministro a garantizar el respeto del Derecho Internacional en las actuaciones del Ministerio así como a tomar las medidas pertinentes para que desde la Administración española no se contribuya a obstaculizar el legítimo derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación e independencia», subraya la carta.

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