El PC Francés cree que la decisión de Macron de abrir una oficina de su partido en Dajla es “un intento para allanar el camino de un consulado francés”

 

 

 

El Partido Comunista Francés condenó la reciente decisión del partido del presidente Emmanuel Macron de abrir una oficina en la ciudad ocupada de Dajla, describiendo esto como un paso provocador que resta valor a las obligaciones internacionales de Francia y contribuye a la destrucción del derecho internacional.

 

El Partido Comunista Francés, que apoya la lucha del pueblo saharaui y su legítimo representante, el Frente Polisario, destacó que los argumentos del partido gobernante en Francia son falsos, explicando que esgrimir que se han oído a los franceses residentes en el exterior no es convincente ya que la región está rodeada por el ejército y los extranjeros no pueden acceder a ello, y no es más que un intento de Macron de allanar el camino a la apertura de un consulado francés con el objetivo de imponer un hecho consumado; consolidar la ocupación marroquí y violar el derecho internacional.

 

En un comunicado, la administración francesa afirmó que la situación del Sáhara Occidental ha sido claramente definida por las decisiones de las Naciones Unidas, la Corte Internacional de Justicia de La Haya, la Unión Africana y la Corte de Justicia de la Unión Europea, y todos confirmaron que no existían vínculos de soberanía territorial de Marruecos sobre el territorio del Sáhara Occidental, y que este último tiene un estatus separado y distinto de Marruecos, por lo que el pueblo saharaui es titular del derecho a la soberanía y a determinar el futuro del territorio.

 

El comunicado también aclaró que la maniobra del partido de Macron, un aliado de la fuerza de ocupación – el Reino de Marruecos – es un intento abierto y desesperado de derrocar la legitimidad internacional siguiendo los pasos de Donald Trump, previo a la convocatoria de la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU para discutir la situación en el Sáhara Occidental a la luz de la escalada militar entre los ejércitos saharaui y marroquí.

 

Los comunistas franceses concluyeron declarando que el presidente francés no tiene derecho a dar lecciones al mundo, a menos que confirme su posición respetando la legitimidad internacional y apoyando la organización del referéndum de autodeterminación y trabajando desde dentro de las Naciones Unidas hasta que la RASD obtenga un puesto de membresía en la organización.