Se habla mucho de los movimientos de Turquía en los Balcanes, de la penetración de los barcos prospectores turcos en aguas griegas, de la injerencia en Siria, Libia o del apoyo de Ankara a los azeríes en la pasada guerra de Nagorno Karabaj así como del control de flujos migratorios desde Oriente Medio hasta Europa, pero sin embargo no es el único país que juega cartas sucias con Europa.
Marruecos es un país peligroso para Europa Occidental, el Magreb y las regiones del Sahel. En primer lugar se ha convertido en un país que utiliza su posición estratégica en el norte de África y su frontera con Ceuta y Melilla para presionar a España y a la Unión Europea por su control del flujo migratorio que llega desde el África negra.
Las autoridades marroquíes piden dinero a cambio de contener estos movimientos, cosa que no hace, ya que el chantaje se lleva a cabo cuando las masas asaltan las islas Canarias, Ceuta, Melilla, el estrecho de Gibraltar o el mar de Alborán con pateras. Eso implica que los flujos migratorios que para llegar allí penetran en las fronteras del sur de Marruecos, a casi mil kilómetros de las costas mediterráneas, no son controlados por la monarquía alawita siendo, además, que esa zona está fortificada por un muro defensivo de 2700 kilómetros que está minado para contener a las fuerzas del Polisario saharaui, entonces ¿cómo entran?, ¿hay brechas o entran de otra forma a Marruecos?.
Al mismo tiempo nos olvidamos de que Marruecos es un narcoestado debido a su papel como máximo productor mundial de hachís, su papel es similar al de Afganistán con el opio obtenido de la resina de la amapola o la hoja de coca en países latinoamericanos, convirtiéndose en el primer eslabón en la cadena internacional del hachís al ser el país productor y exportador.
Sobre el yihadismo y la problemática marroquí nos encontramos con una nueva ola de religiosidad vibrante proveniente de la influencia creciente de Turquía sobre el mensaje sunita a pesar de que Marruecos profesa la escuela malikí del sunismo y el Rey es el “Amir al Muminín” (príncipe de los creyentes). Sin embargo una gran cantidad de yihadistas en Europa son de origen marroquí, muchísimos han ido a Siria e Irak a combatir, algunos han sido detectados en Afganistán también e, incluso, en la no tan lejana Malí.
¿Dónde está la familia y quién ejerce la patria potestad?, ¿qué papel juega el (…)
Origen: El peligro marroquí para España y Europa, por Koldo Salazar | El Portal Diplomático