M. Salem.
ECS. Madrid. | El poder en Marruecos no es fácil de conocer ni mucho menos de interpretar, pero es básico para saber por dónde discurren las decisiones más relevantes que toma el régimen de Mohamed VI. Sus consejeros son los verdaderos protagonistas.
Asimismo, las tensiones hispano-marroquíes se hicieron evidentes tras las avalanchas de marroquíes en la ciudad autónoma de Ceuta, y antes de eso, por las declaraciones de funcionarios marroquíes, concretamente el Primer Ministro Saadeddine El Othmani y la embajadora de Marruecos en España, sobre el derecho del Reino de Marruecos a cada una de las ciudades de Ceuta y Melilla, que enfurecieron a Madrid e hicieron que los funcionarios de la Cancillería española respondieran a estas declaraciones afirmando que estas dos ciudades están sujetas y permanecerán bajo la soberanía española, y que Madrid no negociará en su territorio con Rabat.
Los documentos confidenciales revelados por el misterioso pirata informático Chris Coleman en 2014, resaltaron una realidad ya conocida por todos: son los compañeros de la escuela de Mohamed VI y de su infancia, quienes manejan los verdaderos hilos del poder en Marruecos. Una generación que es »la créme de la créme» del Májzen y heredó sus métodos de represión:

Los miembros del equipo del gabinete de Mohamed VI pertenecen todos, excepto uno, a la generación de la década de 1960, como la nueva «estrella» de la diplomacia marroquí, Nasser Bourita, otro producto de los servicios de Sidi Yassine, como lo llama Yassine Mansouri, el jefe de la DGED.
Aquellos que se han atrevido a atacar a los amigos del rey han sido abusados por el Májzen. En 2011, el diario en idioma árabe Al-Massae reveló que Fouad Ali El Himma estaba involucrado en un caso de corrupción y violación de las normas de adjudicación de contratos públicos. El director del medio, Rachid Niny, fue sentenciado el 9 de junio de 2011 por el tribunal de primera instancia de Casablanca a un año de prisión y una multa de 1,000 dirhams después que el 27 de abril de 2011 fuera arrestado por la policía marroquí tras la acusación del Fiscal General del Rey en Casablanca por «socavar la seguridad del país y los ciudadanos», siguiendo, en particular, las publicaciones directamente en cuestión, el director de los servicios de inteligencia marroquíes, Abdellatif Hammouchi, asegura la existencia de un campo secreto de detención y tortura en la zona de la ciudad de Temara. La existencia de esta prisión es un tabú para el régimen de Mohamed VI, debido al escándalo de las torturas perpetradas por la CIA contra musulmanes sospechosos de pertenecer a Al-Qaeda. Además, la CIA confirmó la existencia de este centro de tortura en un informe de 6.600 páginas, hecho público en mayo de 2014.
Para darle un carácter ofensivo, la nueva diplomacia se basa en una estrategia de tensión como arma principal de lucha para imponer la pseudo-solución de autonomía para el conflicto del Sáhara Occidental. Su primer objetivo es Argelia, que Rabat acusa de ser el obstáculo para sus planes expansionistas.