Uruguay integra la lista de 85 países, en la que no se encuentra España, que reconoce el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui
El pasado sábado primero de marzo Yamandú Orsi asumió como presidente de la República Oriental del Uruguay. El profesor de historia se colocó la banda presidencial luego de imponerse en la contienda electoral que disputó en noviembre de 2024 y que colocó al Frente Amplio uruguayo como la fuerza política más votada del país oriental.
De las múltiples visitas internacionales con las que contó la jornada, fue la del presidente de la RASD, Brahim Gali, la que atrajo la mayor cantidad de atención. Su vestimenta atípica captó rápidamente la atención de las cámaras. Pero más allá del contraste estético entre Gali y el resto de los mandatarios, su presencia en Uruguay nos permite revisar la situación del Sahara Occidental con el mundo en general y con España en particular.
La República Oriental del Uruguay es uno de los 85 países que reconocen el derecho de autodeterminación de la RASD y uno de los 42 que mantienen relaciones institucionales con el país. La escasa lista de países que reconocen a la RASD habla del reconocimiento limitado y la situación de subordinación a la que se ve sometida la República. De hecho, es la última colonia que queda en África continental.
España y el Sahara Occidental
El vínculo entre España y el Sáhara Occidental es una historia de colonización y conflictividad. La presencia española en este territorio comenzó a finales del siglo XIX y dejó una huella que aún hoy define la relación entre España, Marruecos y el pueblo saharaui.
España consolidó su presencia en el Sáhara Occidental en 1884, tras la Conferencia de Berlín, cuando las potencias europeas se repartieron África. En 1958 el territorio fue declarado oficialmente territorio español. Durante la dictadura de Francisco Franco, el Sáhara Occidental fue considerado una pieza clave dentro de la estrategia imperial española en África. La explotación de los recursos naturales, en especial los fosfatos, convirtió al territorio en un enclave de importancia económica para España. Sin embargo, con la crisis del franquismo y la incertidumbre política que se generó tras la enfermedad del dictador, el régimen optó por abandonar el territorio, evitando un conflicto directo con Marruecos pero dejando a la población saharaui sin un proceso claro de descolonización.
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Origen: El presidente de la República Saharaui, presente en la asunción de Yamandú Orsi en Uruguay