El escenario del Congreso de los Diputados el día 30 de marzo de 2022 mereció ser filmado y visualizado por todos los españoles/as. Un escenario verdaderamente insólito. El presidente del Gobierno español se quedó solo en el debate sobre la negativa del Gobierno a considerar al pueblo saharaui con derecho a su autodeterminación, es decir, a su independencia como pueblo. Ninguna formación política del hemiciclo le apoyó, ni siquiera su socio de Gobierno, Podemos. Y dentro de su partido era para ver las caras de circunstancias de buena parte de los diputados del PSOE. Se ha producido un giro absoluto de la política del Gobierno con los saharauis y del sentido de las palabras del presidente. A partir de la nueva declaración del presidente Sánchez el pueblo saharaui tiene derecho a ser un territorio autónomo de Marruecos, es decir, hablando con propiedad, una región marroquí bajo el mandato del poder marroquí dotado de cierta e inconcreta autonomía, pero no tiene derecho a la independencia como pueblo, como siempre ha reconocido el PSOE, su secretario general y presidente del Gobierno.
Los profesores de Filosofía del Derecho explicamos en primer curso las tres facetas o dimensiones de la realidad del derecho: normativa, axiológica y sociológica. Ponemos ejemplos de estas dimensiones acudiendo a los ejemplos que nos deparan los acontecimientos y los comportamientos humanos. Lo que no imaginé es que una decisión de mi presidente del Gobierno fuera un ejemplo paradigmático de atropello de esas tres facetas. Me refiero a su decisión de abandonar la defensa del principio de autodeterminación del pueblo saharaui y promover su autonomía -autonomía, se entiende, como una región integrada en Marruecos, a las órdenes del soberano-divino (representante de Alá en la tierra) y las instituciones de este Estado.
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Origen: El presidente del Gobierno, el pueblo saharaui y el Derecho – Otras miradas