Marruecos exige al periodista que se retracte de atribuirle el espionaje con Pegasus y pide compensación económica. «Es un juicio político para recortar la libertad de expresión del periodista», ha denunciado Ignacio Cembrero en su cuenta de Twitter.
Por Lehbib Abdelhay
Madrid (ECS).- El régimen de Marruecos está muy desesperado y preocupado por el escándalo de Pegasus, que ha afectado de forma muy directa a su ya mala reputación al espiar nada menos que al presidente francés, uno de los principales aliados de Rabat en la cuestión del Sáhara Occidental, a altas personalidades de ese país, parte del gobierno saharaui y a periodistas internacionales. También espió al teléfono del presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, y cinco de sus ministros entre ellos la ministra de la Defensa, Margarita Robles, ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska y su amigo Luis Planas ministro de Agricultura.
El gobierno marroquí había contratado en agosto del año pasado al bufete de abogados español Ernesto Díaz-Bastien y Asociados Abogados para demandar judicialmente a todos aquellos medios de comunicación que publiquen noticias en las que digan que sus servicios de inteligencia han utilizado el programa de espionaje israelí Pegasus para controlar a sus disidentes tanto en el interior de su país como en el extranjero.
En este contexto, Marruecos anunció acciones legales y contrató a un abogado en España. Se acaba de fijar una fecha para el próximo juicio contra el periodista Ignacio Cembrero, especialista en información vinculada con el Magreb, y víctima del seguimiento. No es la primera vez.
Demanda civil del Reino de Marruecos contra Ignacio Cembrero por «acción de jactancia» (reminiscencia del derecho medieval en código civil): «El juzgado de Madrid convoca la audiencia previa el martes 22 de noviembre y ese día, probablemente, se celebrará el juicio», anuncia el periodista en Twitter.
«Reino de Marruecos pide en su demanda que me retracte de haberle acusado de espiar con Pegasus. Desde la investigación de Forbidden Stories hasta la resolución del Parlamento Europeo del 09/03/2022 pasando por la exministra Arancha González Laya afirman que Rabat espió con ese malware», escribe el periodista en su cuenta de Twitter tras ser notificado de la fecha del juicio.
Según un informe preliminar del Parlamento Europeo, detalla que se cree que fue Marruecos quien estuvo tras el espionaje con Pegasus, pero matizan que no está confirmado. El presidente del gobierno español y los dos ministros del gobierno del PSOE no fueron los únicos en el punto de mira del espionaje con Pegasus. Hubo una cuarta persona a la que intentaron piratear. El ministro de Agricultura, Luis Planas, quien fue embajador en Marruecos, también era un objetivo, «pero el hackeo no tuvo éxito».
El periodista Cembrero suma con esta demanda cuatro denuncias presentadas por el régimen de Marruecos o personas afines al mismo. En esta ocasión, Rabat le acusa por la vía civil por efectuar «diversas afirmaciones» en las que insinuaba que el Majzén podía estar detrás del espionaje.
Marruecos le reclama a Cembrero una rectificación asegurando, por una parte, que lo dicho por el periodista, «excede del ámbito de la legítima crítica política» y por otro, considerando que, en este caso, Cembrero se presenta «como víctima» y no como profesional. «El demandado se ha situado jurídicamente en la obligación de probar que el Reino de Marruecos es responsable del supuesto espionaje o, por el contrario, de desdecirse o retractarse», dice Marruecos.
Al menos 180 periodistas, 600 políticos y 85 activistas de derechos humanos, además de 65 empresarios fueron espiados por Pegasus
Una investigación publicada el 18 de julio de 2021 por un consorcio de 17 medios de comunicación internacionales, Forbidden Stories y Amnistía Internacional sobre el proyecto Pegasus, un software desarrollado por la firma israelí NSO Group, ha desvelado que al menos a 180 periodistas, 600 políticos y 85 activistas de derechos humanos, además de 65 empresarios de diferentes países fueron espiados.
Esta investigación se basa principalmente en una lista de 50.000 números de teléfono seleccionados por clientes de NSO Group desde 2016, una copia de la cual ha tenido acceso Forbidden Stories y Amnistía Internacional.
Acusado de haber espiado, gracias al software Pegasus de la empresa israelí NSO Group, a una legión de personalidades de todo tipo y de todas las nacionalidades, Rabat lo niega. Y contraataca presentando denuncias por difamación en España y Francia contra periodista, Forbidden Stories y Amnistía Internacional, las ONG de dónde salieron estas revelaciones, así como contra Le Monde, Mediapart y Radio France, que dieron una amplia cobertura a este caso, y por el último contra el veterano periodista español Ignacio Cembrero.