Alfonso Lafarga.-
La primera visita oficial del presidente del Gobierno español no será a Marruecos, como hicieron sus antecesores. Pedro Sánchez ha roto con esta tradición, pero a la vez mantiene silencio sobre la postura de España respecto al conflicto del Sáhara Occidental, un punto delicado en las relaciones hispano-marroquíes.
Aunque Rabat no sea el destino de su primer viaje oficial, la primera llamada de Pedro Sánchez fue al primer ministro marroquí, Saadedín Al Othmani, al que dijo iría en visita oficial en el segundo semestre de este año. El rey de Marruecos, Mohamed VI , envió un mensaje de felicitación al presidente del Gobierno en el que se muestra dispuesto a colaborar para “consolidar la asociación estratégica que une a los dos países”, destacando unas relaciones “marcadas por la buena vecindad y la confianza mutua”.
El presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente POLISARIO, Brahim Gali, también felicitó a Pedro Sánchez, al que pide apoyo para que, de una vez por todas, el pueblo saharaui pueda pronunciarse libremente en un referéndum de autodeterminación” y “se ponga término al largo calvario al que se ha visto aventado injustamente durante más de cuatro décadas”.
Pedro Sánchez ha roto con una tradición que inició Felipe GonzáleFz en marzo de 1983, que continuaron José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Antes de ser presidente, Zapatero protagonizó como líder de la oposición un viaje a Rabat, en diciembre de 2001, por el que fue criticado por el Gobierno del Partido Popular, y tras entrevistarse con el rey Mohamed VI apoyó una autonomía para el territorio saharaui dentro de Marruecos.
Tanto González como Rodríguez Zapatero son ahora acérrimos defensores de las tesis marroquíes sobre el Sáhara Occidental, en contra de los históricos planteamientos de apoyo a la causa saharaui del PSOE, y han sido condecorados con las máximas distinciones del reino de Marruecos.
El movimiento solidario con el pueblo saharaui está a la expectativa, aunque con pocas esperanzas, sobre algún pronunciamiento del presidente del Gobierno en lo que concierne al conflicto del Sáhara, que aún no se ha producido: Ni en la carta que envió a sus ministras y ministros –“Estemos siempre a la altura de una ciudadanía que reclama otra forma de gobernar”-, ni en la Ejecutiva Federal socialista del 18 de junio, ni en las declaraciones hechas ese mismo día a TVE. El presidente del Gobierno no dijo nada sobre el Sáhara, pero Ana Blanco y Sergio Martín tampoco se lo preguntaron.
a través de El Sáhara Occidental ausente en la agenda de Pedro Sánchez — Contramutis