Han pasado cinco décadas desde la firma de los Acuerdos Tripartitos de Madrid, aquel 14 de noviembre de 1975, cuando España decidió abandonar el Sáhara Occidental, su entonces provincia número 53, entregándola de facto a Marruecos y Mauritania. Fue un acto ilegal, condenado por el derecho internacional, que dejó a todo un pueblo, el saharaui, en un limbo jurídico y humano del que aún no ha salido.

El Sáhara Occidental sigue siendo, de iure, un territorio no autónomo pendiente de descolonización. Así lo establecen las resoluciones de la ONU y la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia de 1975, que reconoció el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. Pese a ello, España incumplió su responsabilidad como potencia administradora y permitió una ocupación militar extranjera que derivó en guerra, exilio y represión.

España incumplió su responsabilidad como potencia administradora y permitió una ocupación militar extranjera que derivó en guerra, exilio y represión

Durante años, los gobiernos españoles alegaron neutralidad. Sin embargo, esa postura ha cambiado de forma abierta y escandalosa. (…)