Essabi Yahdih, ex preso político saharaui, activista de derechos humanos y periodista, comparte su experiencia y perspectiva única en esta entrevista. A pesar de la posición negativa del Reino de España hacia la causa saharaui desde el Acuerdo de Madrid en 1975, su compromiso con la lucha por la libertad sigue firme.
Por Héctor Santorum
¿Cuál es el mayor desafío que enfrentas como periodista trabajando desde los territorios ocupados del Sáhara Occidental?
El mayor desafío que enfrento como periodista que trabaja desde los territorios ocupados del Sáhara Occidental es la prohibición de ejercer esta noble labor y estar expuestos a detenciones, torturas, golpizas y todo tipo de hostigamiento por parte de la policía marroquí, tanto de uniforme como de paisano, en cualquier momento, además del constante monitoreo y allanamiento ilegal de nuestros hogares, poniendo así nuestras vidas en peligro constante.
¿Cómo describirías el estado de la libertad de prensa en la región? ¿Existen restricciones significativas?
La situación de la libertad de prensa en la región es descrita mejor como estar dentro de una gran prisión llamada Sáhara Occidental. ¿Cómo puede un prisionero hablar en contra de su carcelero? Todas las ciudades ocupadas, sus calles, callejones, mercados, así como escuelas e instituciones, están bajo vigilancia de la policía marroquí, que se encuentra en todas partes, además de cámaras de vigilancia y una amplia presencia del ejército marroquí en las ciudades, rodeándolas con cuarteles militares. Por lo tanto, el trabajo periodístico independiente está prohibido y considerado un delito por las autoridades marroquíes.
¿Cuál es tu opinión sobre el papel de los medios de comunicación internacionales en la cobertura del conflicto en el Sáhara Occidental?
Hay poco interés por parte de los medios de comunicación internacionales debido al bloqueo impuesto a las áreas ocupadas. Marruecos no permite que la prensa internacional visite las ciudades saharauis, y hay informes al respecto. Cualquier periodista extranjero que intenta ingresar para informar sobre la situación general es expulsado y deportado directamente por las autoridades marroquíes.
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