En esta entrevista, la embajadora de Estados Unidos en Argelia hace balance de los dos primeros años de su mandato. Revisa el estado de la cooperación bilateral en diversas áreas, tanto económicas como de seguridad. También habló de la situación en Palestina, el Sáhara Occidental, Mali y Libia. La embajadora muestra su satisfacción por la convergencia de opiniones sobre varias cuestiones de interés común.

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Desde enero, Argelia es miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Ha mostrado claramente sus prioridades, a saber, la causa saharaui y la cuestión palestina, que la Franja de Gaza está asediada y bombardeada constantemente desde hace cuatro meses. Argelia pide una solución de dos Estados y un referéndum sobre la autodeterminación en el Sáhara Occidental. ¿Cómo puede Estados Unidos trabajar con Argelia para lograr soluciones definitivas a estos dos conflictos?

Se trata de dos cuestiones, como usted ha señalado, muy importantes para Argelia y para su política exterior. Argelia y Estados Unidos coinciden en que se debe dar a Staffan De Mistura (enviado especial de la ONU) el espacio y la oportunidad de trabajar por una solución política al Sáhara Occidental. Este conflicto ha durado bastante: 47 años es mucho tiempo. Y nosotros, Argelia y Estados Unidos, coincidimos plenamente en la necesidad de resolver este conflicto, en el marco de Naciones Unidas y mediante la labor del enviado personal (De Mistura) del Secretario General (Antonio Guterres).

En cuanto a la situación en Palestina, Estados Unidos y Argelia apoyan plenamente el objetivo de una solución de dos Estados. Ambos estamos extremadamente preocupados por la situación humanitaria en Gaza y estamos trabajando muy duro para brindar ayuda a los palestinos.

Tenemos puntos de vista divergentes sobre cómo lograr estos objetivos, pero podemos discutirlos en términos muy respetuosos y amistosos. Podemos hablar sobre las áreas en las que estamos de acuerdo, cuál es el objetivo final, y vamos a trabajar muy duro y en estrecha colaboración para lograrlo.

El Presidente Tebboune reafirmó, durante una reciente cumbre de la Unión Africana (UE) en Brazzaville, que la solución de la crisis libia requiere un proceso de reconciliación nacional pero también la retirada de todas las fuerzas militares extranjeras y de todos los mercenarios presentes en este país. ¿Estados Unidos comparte esta visión?

Al igual que en el Sahel, Estados Unidos y Argelia ven la situación en Libia de manera muy similar. Estamos completamente de acuerdo en que el pueblo libio debería poder decidir su gobierno y su futuro. Y también estamos de acuerdo en que las fuerzas extranjeras son desestabilizadoras y no ayudan al pueblo libio a decidir su futuro. Por eso estamos totalmente de acuerdo con el Gobierno argelino y hablamos frecuentemente de ello con él.