El pasado 19 de abril el joven saharaui Abdo Tawab, de 27 años, conocido como Abd al-Sahrawi, fue detenido e interrogado por las fuerzas de seguridad marroquíes en la ciudad ocupada de El Aaiún. En el Sahara Occidental ocupado, al igual que en Marruecos, cualquier declaración pública en contra de la ocupación del Sahara siempre acarrea graves consecuencias. Abdo Tawab había publicado en las redes sociales un video en el que reclamaba el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y la independencia y ese el motivo de su detención.

Según sus propias declaraciones, cinco agentes marroquíes lo secuestraron en El Aaiún, lo llevaron a un lugar desconocido donde lo torturaron física y verbalmente, amenazándolo con quemarlo con ácido si continuaba expresando sus puntos de vista. También le confiscaron su teléfono y le robaron 1000 dirhams marroquíes antes de dejarlo a 23 kilómetros de su casa en medio de la noche.

También llamó la atención de la comunidad internacional: «si estuvieran prestando atención, el régimen marroquí no cometería tantos asesinatos, desapariciones, arrestos arbitrarios y otras atrocidades que se cometen a diario en el Sáhara Occidental. La comunidad internacional no está haciendo su trabajo en el Sáhara ocupado. Para mejorar la situación que vivimos, la mejor manera sería que la MINURSO llevara a cabo su mandato dentro de los territorios ocupados en lugar de complacer a Marruecos».

Medio centenar de organizaciones que apoyan la lucha por la independencia del pueblo saharaui, entre las que está el PCE, han firmado un manifiesto de apoyo a Abdo Tawak condenando “el secuestro y la tortura” del joven saharaui y en defensa de la libertad de expresión y de los derechos y libertades fundamentales.

“Abdo Tawab no merecía ser secuestrado, torturado y amenazado de muerte simplemente por expresar su apoyo a la independencia del Sáhara Occidental. Este incidente es una muestra más de la necesidad de poner fin a la ocupación marroquí del Sáhara Occidental y garantizar la libertad y la dignidad de su pueblo” expresa el manifiesto. Las organizaciones firmantes urgen a las autoridades marroquíes que investiguen lo ocurrido y pongan las medidas necesarias para que no se vuelva a repetir. En ese sentido exigen justicia para todas las personas que han sufrido represalias por expresar su opinión. “Es hora de poner fin a la violencia y la opresión en el Sáhara Occidental y garantizar el respeto a los derechos humanos y la democracia”.