El último episodio sucedió a última hora del domingo en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Las autoridades policiales dejaron el caso de un saharaui recién aterrizado en manos de un letrado y un traductor de origen marroquí. “Le impusieron abogada marroquí e intérprete marroquí. Es tremenda la actuación policial en estos casos. Se saltaron todos los procedimientos y el más absoluto derecho a la defensa de un solicitante de los campamentos de refugiados saharauis”, desliza a este diario un conocedor de este caso particular.

«Evitar los intérpretes marroquíes»

En una resolución dirigida a la dirección general de Política Interior del ministerio del Interior, Francisco Fernández Marugán, que ejerció como Defensor del Pueblo entre 2017 y 2021 hasta el nombramiento de Ángel Gabilondo, recomendó que “en las solicitudes de protección internacional presentadas en frontera por saharauis, se solicite la asistencia de intérpretes de hasanía y, en todo caso, se evite la asistencia de intérpretes marroquíes”. “La situación de conflicto existente entre el Sáhara Occidental y el Reino de Marruecos no necesita mayor explicación. Tampoco es preciso insistir en la importancia de la entrevista en el caso de las solicitudes en frontera, que es todavía más relevante cuando los solicitantes no viajan con documentación para acreditar sus manifestaciones. En este contexto resulta de especial importancia crear un clima de confianza para facilitar el relato, lo que, sin duda, no se produce si los intérpretes son nacionales del país con el que los solicitantes mantienen un enfrentamiento”, explica Fernández Marugán.

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