La crisis diplomática entre España y Argelia a costa de Marruecos está lejos de resolverse. Pedro Sánchez ha dado un paso mas en su acercamiento a Mohamed VI y ha anunciado que abrirá el gasoducto del Magreb –cerrado por los argelinos en octubre de 2021 tras cortar relaciones con Rabat– para garantizar el suministro energético de los vecinos marroquíes. Una decisión que no ha gustado nada en Argel, que ha lanzado un ultimátum: si el combustible que envían a la península ibérica regresa a África para satisfacer la demanda alauita se romperán los contratos comerciales con España.