En un comunicado, los estudiantes de Amhamid al-Ghazlan afirmaron que esta decisión, inseparable del contexto más amplio de represión y persecución contra las voces saharauis en las universidades marroquíes, expone la política continua del Estado marroquí de silenciar la disidencia y restringir las libertades. Enfatizaron que esto equivale a una prohibición tácita de cualquier actividad estudiantil que exprese la postura política de los estudiantes saharauis o defienda la causa de su pueblo. Estas medidas arbitrarias, añadieron, no solo violan la libertad de expresión política, sino que también socavan el derecho de los estudiantes a una educación democrática y segura, lo que afecta su progreso académico y agrava su sufrimiento psicológico y social.
Los estudiantes saharauis de Amhamid al-Ghazlan describieron esta acción como parte de una maquinaria represiva sistemática destinada a criminalizar la expresión política y reprimir el activismo estudiantil saharaui pacífico. Al formular acusaciones vagas como «atentar contra la integridad territorial», las autoridades violan flagrantemente las convenciones internacionales que garantizan la libertad de opinión y de reunión, e incluso violan los derechos consagrados en la propia Constitución de Marruecos. Denunciaron el aumento de la vigilancia, las citaciones arbitrarias y las tácticas de intimidación diseñadas para crear un clima de miedo entre los estudiantes saharauis, y afirmaron que dicha represión solo refuerza su determinación de continuar su lucha pacífica por los derechos legítimos de su pueblo.
Los estudiantes declararon su total e incondicional solidaridad con sus compañeros víctimas de estas injustas medidas en la Universidad Ibn Zohr, rechazando toda forma de represión y acoso que sufren los estudiantes saharauis en los campus marroquíes. Instaron a todos los defensores de la justicia y la libertad, así como a todos los sectores del pueblo saharaui, a mostrar su firme solidaridad y apoyo para salvaguardar los derechos de los estudiantes saharauis y defender la libertad de expresión en las universidades.
La declaración reafirmó el compromiso de los estudiantes saharauis con su derecho al activismo pacífico en el campus y a defender la justa causa saharaui por todos los medios legítimos.