
En medio del desierto más inhóspito, donde apenas los lagartos sobreviven a la sequedad, al siroco ardiente, a los vientos implacables, al frío cortante de la noche y al calor abrasador del día, el pueblo saharaui decidió no solo resistir, sino vivir con dignidad. Allí, donde todo parece imposible, levantaron escuelas, hospitales, hogares, ysobre todo, levantaron esperanza. Esa esperanza que late en las telas de Walad, donde el silencio del desierto se convierte en grito de resistencia y cada trazo es un recordatorio de que el arte puede sostener la memoria de un pueblo entero.
“Tiempo Cero” es así un homenaje a la paciencia de quienes resisten, a la dignidad de quienes luchan y a la esperanza de quienes siguen soñando con un amanecer de libertad (SPS)