La situación en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) es cada vez más precaria. Así lo alerta la Federación Estatal de Instituciones Solidarias con el Sáhara, que denuncia la «precariedad extrema» de los campamentos de refugiados, tras un recorte drástico del 30 % de una «insuficiente ayuda humanitaria», y ha urgido al Gobierno a canalizar 20 millones de euros fijos cada año para «cubrir las necesidades básicas».

Tal y como publicó El Independienteel Ejecutivo español dejó sin gastar alrededor de 3,85 millones de euros en 2023. Una partida aprobada en los presupuestos general que debía gestionar la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), dependiente del ministerio de Asuntos Exteriores que dirige el socialista José Manuel Albares.

El presidente de la federación, Carmelo Ramírez Marrero, en su comparecencia este jueves en la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Congreso, ha alertado sobre la situación «extrema» que se vive en el campamento de Tinduf (Argelia) tras recortes en la ayuda humanitaria internacional en los últimos dos años.

Reservas agotadas y desnutrición al alza

Ha explicado que las reservas de la Media Luna Roja Saharaui «están agotadas» y que solo alcanzan, con falta de alimentos básicos, para 133.000 personas de las casi 200.000, aproximadamente, que se encuentran en el campamento: hay un 30 % menos de cebada, arroz, lentejas o harina de trigo, los únicos alimentos básicos con nutren a la población, ha lamentado.

Sobre ello el Coordinador General de la Fundación MUNDUBAT, Antonio José Montoro, ha alertado de que la desnutrición crónica infantil en los últimos 6 años ha aumentado en más del 50 % y que el 30 % de los niños se encuentran en una situación de «ingesta alimentaria insuficiente» que está empeorando.

Además, Ramírez ha indicado que los recortes en la ayuda se producen en un contexto internacional de una «multiplicación de conflictos bélicos» que han provocado una detracción de los recursos al pueblo saharaui, aunque ha recalcado que las ayudas eran ya insuficientes.

Ha citado como ejemplo que la cooperación de España ha pasado de 7,5 millones de euros a 11 millones en el último año, frente a los 20 millones que serían necesarios.

Reclamaciones al Gobierno español

Por ello, ha insistido Ramírez en una «cooperación centralizada» que sea canalizada, principalmente, por las organizaciones humanitarias españolas, ya que las internacionales tienen «unos costes de gestión propia muy elevados».

Asimismo, ve necesario otorgar unos 200 euros al mes a médicos y trabajadores para que se arraiguen y no tengan que ir a otros países «porque no reciben nada» o que la Misión de Naciones Unidas para el referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO) esté al servicio del respeto a los derechos humanos y «no de vacaciones», ante un expolio de recursos y represión por parte de Marruecos, que se suman a acuerdos de la UE que agravan la situación, ha dicho.

Ramírez ha apelado, principalmente, al papel de España ante la «obstrucción sistemática de Marruecos» para que se cumplan las resoluciones de Naciones Unidas y ha señalado que ningún gobierno del Estado español ha cumplido en 60 años «con sus obligaciones legales, políticas y morales» con el Sáhara Occidental.

«Marruecos tiene secuestrado a este territorio y no permite y expulsa a delegaciones de observadores internacionales», ha asegurado, y ha insistido en la «represión tan dura que sufre la población saharaui» y la «presión muy fuerte» que ejercen «centenares de miles de colonos marroquíes» que «imposibilitan una solución pacífica» del conflicto para el pueblo saharaui.