El sitio web panafricano “Sawt Afrikya”, que cubre asuntos africanos, junto con el periódico “Al-Quds Al-Arabi”, informó que ex funcionarios sirios del “Comité de Movimientos de Liberación Árabes y Amigos” confirmaron que la oficina del Polisario en Siria había sido cerrada hace más de dos décadas, específicamente después de la invasión estadounidense de Irak, cuando el comité, que incluía a representantes de varios movimientos de liberación árabes, incluido el Polisario, fue disuelto.
Las mismas fuentes enfatizaron que las recientes informaciones de medios marroquíes que alegan la participación de cientos de combatientes del Polisario en la guerra civil siria junto al antiguo gobierno sirio, supuestamente en coordinación con Argelia y la Guardia Revolucionaria Iraní, son sumamente exageradas y carecen de pruebas creíbles. Aclararon que la mayoría de los voluntarios extranjeros que participaron en el conflicto provenían de diversos países árabes y musulmanes, y que no había ni un solo saharaui entre ellos.
En un acontecimiento relacionado, fuentes cercanas a la actual presidencia siria negaron recientemente la existencia de miembros del Polisario detenidos en prisiones sirias, como afirmaban los medios marroquíes. Calificaron estas informaciones de totalmente falsas, desmintiendo así otra oleada de mentiras y desinformación difundida por el aparato mediático marroquí y los propagandistas en línea.
Cabe destacar que la Agencia de Noticias Marroquí afirmó recientemente que «las autoridades sirias han cerrado las oficinas del Polisario en Damasco» como parte de los preparativos de Marruecos para reabrir su embajada en Siria, presentando la supuesta acción como una prueba del «respeto de Damasco a la integridad territorial de Marruecos». Sin embargo, esto constituye un intento fallido de engañar a la opinión pública marroquí y crear la ilusión de victorias diplomáticas ficticias, un patrón que el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí ha sido acusado durante mucho tiempo de repetir.
Estos hechos verificados de fuentes sirias bien informadas exponen las falsedades de la narrativa marroquí y confirman que los esfuerzos de Rabat por distorsionar la historia y manipular las realidades políticas son cada vez más transparentes para la opinión pública árabe e internacional.
También reflejan el continuo fracaso de Marruecos a la hora de obtener apoyo internacional para su agenda expansionista y su continua dependencia de la desinformación, invenciones y mentiras, dirigidas principalmente a su audiencia nacional y a los medios de comunicación internacionales cómplices que rara vez se molestan en verificar o examinar las historias que les suministra el régimen marroquí, e incluso pueden reproducirlas intencionalmente para servir a la agenda de la ocupación. (SPS)