La exploración de gas que reaviva las fallas
La reciente concesión de un permiso de exploración en el bloque “ Boujdour Atlantique ”, frente a las costas del Sáhara Occidental , provocó inmediatamente una gran conmoción. Este permiso, que abarca una impresionante superficie de casi 29.000 km², fue concedido por un periodo inicial de ocho años a un consorcio integrado por la empresa marroquí Adarco y la empresa israelí NewMed Energy (antes Delek), cada una con una participación del 37,5%. La Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas de Marruecos conserva el 25% del proyecto.
Pero lo que preocupa no es tanto la naturaleza del proyecto sino su ubicación y la nacionalidad de sus actores. Las autoridades canarias, en particular Coalición Nacionalista Canaria (CC) y el Gobierno regional, temen las consecuencias de dicha actividad en una zona marítima cercana a sus costas . Temen » una escalada marítima » que podría alterar el equilibrio ecológico, perturbar la pesca local y envenenar las ya frágiles relaciones entre Rabat y Madrid.
Israel, un recién llegado en las aguas del conflicto
La entrada de una empresa israelí en un proyecto energético tan sensible constituye una importante innovación estratégica. Desde la reanudación oficial de las relaciones entre Marruecos e Israel , las asociaciones económicas se han multiplicado en los sectores de la defensa, la agricultura y las nuevas tecnologías. La exploración de gas en una zona en disputa completa ahora este panorama.
Para Israel , esta incursión en el Atlántico representa mucho más que una simple inversión: es una manera de ganar posición en un entorno geopolítico codiciado, en proximidad directa del mercado europeo y de la costa occidental de África . La elección de NewMed Energy para operar en las aguas cercanas al Sáhara Occidental no es, por tanto, insignificante: simboliza la extensión silenciosa de la cooperación israelo-marroquí en zonas estratégicas muy sensibles.
Tensiones reavivadas y mares agitados
La exploración offshore en una zona tan disputada actúa como catalizador de tensiones de larga data y podría transformar una disputa territorial en una crisis energética de contornos inciertos. Al combinar recursos estratégicos y alianzas inesperadas, este proyecto vuelve a poner en primer plano un conflicto que muchos esperaban que se resolviera. Canarias, punto de fricción más inmediato, se convierte así en un barómetro de la inestabilidad que este tipo de iniciativas pueden desencadenar.
Marruecos avanza con confianza, buscando consolidar su posición en el Sáhara Occidental y al mismo tiempo atraer a socios poderosos. Israel , al aportar su experiencia y su diplomacia económica, forma parte de una estrategia regional ofensiva. En cuanto a España, se encuentra ante un difícil dilema: defender sus intereses marítimos y mantener frágiles alianzas al otro lado del estrecho.
Origen: Gaz au Maghreb : polémique avec l’entrée en action d’Israël