Colaboración . La guerra de agresión contra Irán se presenta como una guerra preventiva sin fundamento en el derecho internacional, creada por el mismo bloque occidental que finalmente se ha resignado a la idea de que su destino está ligado a la supremacía de Israel.
Por qué Occidente apoya a Israel
Todos estos compromisos y el deseo declarado de los países árabes de normalizar las relaciones no han impulsado la paz ni han protegido a los palestinos hambrientos de Gaza de un crimen genocida que continúa hasta el día de hoy. El llamado mundo libre tiene una gran responsabilidad por ello.
Para Irán, las garantías dadas por los Acuerdos de 2015 y los recientes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) no han sido suficientes para protegerlo de una intervención militar masiva de Estados Unidos para reforzar a Israel y retrasar el mayor tiempo posible la adquisición de capacidades nucleares adicionales.
Todo lo que Occidente hace, desde el embargo hasta la guerra actual, tiene un único objetivo: retrasar la inevitable entrada de Irán en el exclusivo club de la disuasión nuclear. El mensaje es claro: en Oriente Medio, solo Israel debería poseer un arsenal nuclear . Estimado en casi 100 ojivas —que, por cierto, escapan a cualquier control internacional—, este arsenal le otorga superioridad estratégica y refuerza su dominio sobre la región.
Argelia tomó la decisión correcta
El único avance notable desde la guerra de Vietnam ha sido la sociedad civil occidental, que ha tomado conciencia de la brecha entre la narrativa de sus líderes y la realidad de Israel, como lo revela la deshumanización de los habitantes de Gaza.
En un sistema de las Naciones Unidas dividido entre un consenso precario y la arrogancia de los poderosos del Consejo de Seguridad, Argelia tomó la decisión correcta de no aceptar un hecho consumado ni alinearse con los más poderosos.
Ha identificado responsabilidades en la escalada y ha pedido que se prioricen las vías diplomáticas para la resolución de las crisis. De este modo, ha conservado la plena capacidad de representar sus intereses estratégicos en un contexto marcado por un Sur global naciente dividido en cuestiones diplomáticas y un Norte tradicional que pretende imponer su paz por la fuerza. Finalmente, Argelia tiene toda la razón al recordar, en cada ocasión, la centralidad de una solución definitiva y justa a la cuestión de Palestina, sin la cual no es posible ni duradera la paz en Oriente Medio.
Origen: Guerre Israël-Iran, entre Sud global et Occident, quelle voie pour l’Algérie ?