En un informe sobre la cuestión del Sáhara Occidental, publicado el sábado y que abarca el período comprendido entre el 1 de julio de 2024 y el 30 de junio de 2025, en el marco del punto 58 de la agenda: «Aplicación de la Declaración sobre la Concesión de la Independencia a los Países y Pueblos Coloniales», Guterres afirmó: «Sigo profundamente preocupado por la evolución de la situación en el Sáhara Occidental. El continuo deterioro de la situación es alarmante e insostenible, y urge revertir esta tendencia para evitar una mayor escalada».
Refiriéndose a las violaciones cometidas por Marruecos en los territorios ocupados, el jefe de la ONU subrayó en su informe que el ocupante marroquí «sigue negando a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) el acceso al territorio desde 2015, a pesar de múltiples solicitudes en este sentido y a pesar de las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre el tema, la última de las cuales es la resolución 2756 (2024)».
Añadió en este contexto que «la falta de un seguimiento independiente, imparcial, exhaustivo y regular de la situación de los derechos humanos sigue siendo un obstáculo importante para una evaluación integral de la situación», y añadió que «según algunos informes, los observadores internacionales, incluidos parlamentarios, investigadores, periodistas y abogados, siguen enfrentándose a restricciones de acceso, y a decenas de ellos se les ha denegado la entrada o han sido expulsados durante el período examinado».
El Sr. Guterres también mencionó en su informe las violaciones cometidas por 79 activistas saharauis en Marruecos, así como las vinculadas a los llamados «proyectos de desarrollo costero» que implican la adquisición de tierras a gran escala, la destrucción de propiedad privada y el desplazamiento de población.
En cuanto a los presos saharauis del grupo «Gdeim Izik» que permanecen dispersos en cárceles fuera del Sáhara Occidental, donde cumplen largas condenas, el Secretario General de la ONU afirmó que el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria señaló, en su informe de noviembre de 2024, que el gobierno de ocupación marroquí «no había tomado medidas para dar seguimiento a su dictamen 2023/23 y destacó el deterioro de las condiciones de detención, incluido el aislamiento, la falta de contacto con las familias y el acceso restringido a la atención médica».
El ACNUDH también ha recibido, según el Sr. Guterres, información sobre violaciones similares, incluido «trato discriminatorio contra otros detenidos saharauis y al menos una muerte en detención».
Según información también recibida por la OACNUDH, continuó, «el espacio cívico se está reduciendo cada vez más y se están imponiendo restricciones al ejercicio por parte de los saharauis de sus derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica».
Según la misma fuente, las fuerzas de ocupación marroquíes han «reprimido manifestaciones y actos a favor de la autodeterminación, lo que ha tenido repercusiones especialmente significativas en las defensoras de los derechos humanos de las mujeres saharauis».
Ante esta situación, el Sr. Guterres pidió «un cambio de rumbo inmediato, con la ayuda de la ONU y el apoyo de toda la comunidad internacional, para lograr una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable» entre las partes en conflicto, a saber, Marruecos y el Frente Polisario.
El jefe de la ONU concluyó su informe, que se presentará el próximo mes de septiembre en el 80º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, afirmando que «al acercarse el 50º aniversario del conflicto y en este difícil contexto, sigue siendo más urgente que nunca encontrar una solución política a la cuestión del Sáhara Occidental».
Expresó su convicción de que es posible lograr una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable que permita la autodeterminación del pueblo saharaui, de conformidad con las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad. (SPS)