Pero, tal y como se ha hecho en el listado al que ha tenido acceso ElNacional.cat sobre los 32 activistas saharauis que se encuentran en prisiones marroquíes, en este punto cabe destacar el caso de Amadour, que fue extraditado por el Estado español hasta Marrakech y lleva encerrado seis años, de una pena total de doce que le impusieron la justicia y autoridades del reino alauí. Su caso fue ampliamente difundido, aunque hace unos meses, el pasado 26 de febrero, se conoció la postura del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas al respecto, especialmente desde que a finales del año pasado un grupo de saharauis fuera devuelto a bordo de un avión de Air Europa desde el aeropuerto de Madrid-Barajas hasta la ciudad de Marrakech. El mismo lugar en el que aterrizó el activista estudiantil condenado a más de una década entre rejas acusado de participar en el ataque y asesinato a un alumno marroquí durante las campañas de autodeterminación del Sáhara Occidental en las universidades de Agadir y Marrakech.

Lanzarote, Las Palmas y prisión tras Marrakech

Amadour arribó a Canarias, concretamente a la isla de Lanzarote, el pasado 11 de enero de 2019 en una patera, de manera irregular. El joven activista, que habría participado en las mencionadas campañas de autodeterminación del Sáhara, quería escapar del supuesto acoso y persecución de las autoridades marroquíes. Esto, precisamente, por haber participado en estas protestas de reivindicación de un territorio clave para Marruecos y que todavía se encuentra pendiente de descolonización por parte de la ONU —organismo que considera a España como la potencia administradora del territorio, tal y como se acogió la Audiencia Nacional en 2014 en el auto de Marlaska. Pero el estudiante saharaui, pese a que asegura que pidió asilo político en el Juzgado de Instrucción número 4 de Arrecife (Las Palmas), acabó siendo deportado rápidamente y en apenas unos días a Marrakech.

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