ECS. Madrid. | 11 meses después de la normalización de relaciones con Marruecos, el estado hebreo sale al paso y reconoce públicamente que Estados Unidos está en desacuerdo con la forma en la que se realizó, exigiéndole »fortalecer los acuerdos existentes con UAE, Baréin y Marruecos» a través de incentivos »para que se sumen más países.»
Desde que Trump dejó la Casa Blanca, hace casi un año, ningún otro país árabe o musulmán ha concluido un tratado de paz con Israel. Incluso uno de los países más entusiasmado por emprender el camino de la normalización, la monarquía absoluta de Omán, ha reculado. «Hacer que más países se adhieran a los acuerdos abrahámicos requerirá incentivos estadounidenses«, añadió Ayelet Shaked.
Cabe destacar que el 19 de enero, en la víspera de la toma de posesión de Biden, Antony Blinken compareció ante el Comité de Asuntos Exteriores del Senado tras la aprobación de su nombramiento como jefe de la diplomacia estadounidense, donde afirmó que estaba considerando «examinar cuidadosamente los compromisos que pudieran haber asumido en el contexto de la normalización de las relaciones entre los países árabes con Israel.» En el mismo contexto, el Ministro de Defensa norteamericano, Lloyd Austin respondió a una pregunta sobre el Sáhara Occidental asegurando que estudiará el expediente inmediatamente después de asumir el cargo.