Los deportistas de élite apuran sus últimas semanas de preparación para la gran cita de los Juegos Olímpicos de París. Sin embargo, hay otros deportistas que no son profesionales pero que también afrontan retos mayúsculos. En este segundo grupo se sitúa el corredor navarro Joseba Alzueta, que afronta el quito reto consecutivo de ‘Sahrawi Lives Matter’, que tiene como objetivo dar visibilidad a la crisis humanitaria del Sahara.
«Empecé en el 2020, con el más reto novedoso desde Roncesvalles hasta Santiago de Compostela, en lo que es el recorrido del camino de Santiago. Me costó muchísimo porque no tenía preparación y me lesioné porque no estaba preparado para semejante carga», admite Joseba, en conversación con MARCA.
Los objetivos son difundir la problemática saharaui, la sensibilización y la recaudación. Al final vida sola hay una y yo creo que lo que nos nazca de dentro hay que sacarlo fuera y exteriorizarlo
Luego llegaron otros retos, como correr 10 horas seguidas en una pista de atletismo en Pamplona, recorrer la distancia entre Pamplona y Madrid y, el último, en el 2023, que fueron 10 etapas consecutivas para cubrir la distancia de 500 kilómetros entre Estrasburgo, sede del Parlamento Europeo, y Ginebra, sede de la ONG ACNUR. En los últimos tres retos, Alzueta se ha preparado mejor, al contar con el preparador físico Miguel Rebole y el nutricionista @salva_tu_alimentacion que también le han acompañado en la preparación del quinto en el que desafiará los propios límites de su cuerpo al estar corriendo 18 horas sin parar.
Alzueta explica en qué consistirá este quinto reto, en el que saldrá el 21 de junio a las 20.00 horas del pueblo navarro de Sangüesa y llegará al día siguiente, el día 22 a Ansoain, a las 14h. «Voy a correr de noche, con linternas frontales y los que me quieran acompañar también. Uno de los problemas que me voy a encontrar es que a un pueblo llegaré a las 4 de la mañana y el acto del ayuntamiento no empezará hasta las 9h. Entonces, tendré que dar vueltas en bucle en una pista cercana, lo que va a exigir mucha fortaleza mental, porque todo va a estar desangelado y no habrá ningún estímulo», explica.
En total, después de recorrer varios pueblos y ayuntamientos que apoyan a la causa saharui en Navarra, como son Beriain, Cizur, Berriozar, Burlada y Pamplona, Joseba sumará más de 100 kilómetros en sus piernas, algo para lo que se ha tenido que preparar de una manera diferente a sus anteriores retos: «Aquí, ya llegas a un nivel que tienes que hilar fino, entonces con asesoramiento del nutricionista, hay unas cantidades importantes de hidratos de carbono y de proteínas, obviamente también hay vegetales y frutas. Luego dentro de la suplementación, estoy con la maltodextrina, que es lo que permite tener los depósitos de glucógeno a tope y pueda tirar de esa primera energía, la creatina para la fuerza y, por último, proteína en polvo. En cuanto al sueño, intuyo que al ser un día no se tiene que cambiar los ritmos circadianos. He tenido que hacer tiradas largas de 50, 60 y hasta 75 kilómetros, con mucho calor en la Casa de Campo, en Madrid, que ha sido uno de los lugares donde más me he entrenado».
Con este reto, Joseba tiene muy claro lo que quiere conseguir y cuál es la razón por la que se decidió a ayudar de esta manera: «Los objetivos son difundir la problemática Saharaui, la sensibilización y la recaudación. Al final vida sola hay una y yo creo que lo que nos nazca de dentro hay que sacarlo fuera y exteriorizarlo. Si queremos ayudar, es ponerse con un papel y un boli para ver en qué puedo ayudar».
Tanto empresas como particulares, pueden hacer sus aportaciones a través de bizum (Código 07956) o bien por transferencia bancaria en este número de cuenta: ES25 2100 8988 8102 0001 6949.
Finalmente, Joseba Alzueta lanza un mensaje a más deportistas y corredores por si se quieren sumar a estos retos: «No sé si habrá más retos y si vendrá un sexto. Me gustaría que alguien tome el relevo, yo tengo 40 años y estoy más en forma que con 20, pero esto es algo que requiere mucho esfuerzo y si se puede sumar alguien o sustituirme a mí también me haría feliz».