OPINIÓN Por Sahara-occidental
Madrid (ECS).- Al ritmo de normalización desenfrenada como el que observamos entre el Makhzen y la entidad sionista, singularmente diferente de otras en los raros países árabes que han tomado este camino de la vergüenza, uno se pregunta por qué este frenesí del rey marroquí por desplegar la alfombra roja por él, contra la voluntad ignorada de su pueblo y una alianza antinatural de sus títulos despojados de «Comandante de los Fieles» y «Presidente de El-Quds» apuntando con un puñal en la espalda a la resistencia palestina?
Si la presión de los Emiratos Árabes Unidos, que sin duda debe haber sido más persuasiva en apoyo que la de los Estados Unidos, del presidente Trump, a cambio de un notorio trato leonino contra un reconocimiento imaginario de la «presunta marroquidad sobre el Sáhara Occidental», para obligar al Makhzen a firmar los llamados Acuerdos de Abraham, Marruecos se ha superado a sí mismo en una loca carrera hacia adelante.
Explicación
El trono en el reino de los espejismos y las mentiras está en juego, debido a la incapacidad del monarca para cumplir con sus deberes constitucionales y ceremoniales más básicos. Su enfermedad es conocida por todos, primero entre su «querida gente» que en otras partes del mundo donde se vio rechazado por sus prácticas injustas de espionaje y traición hacia sus propios aliados en Europa, en particular en Francia.
Sólo le queda el Pedrito de España para dar la impresión de un monarca tratable.
La crisis económica y social ayudando a desenmascarar, a plena luz del día, un gobierno en bancarrota, un primer ministro multimillonario mientras el pueblo muere de hambre, un jefe de diplomacia atónito que lo engaña con informes falsificados, y una miríada de asesores que piensan más de una alternativa para reconvertirse con un probable futuro monarca, que del pueblo marroquí relegado al olvido y la ignorancia, los más desdeñosos mientras vociferan las conexiones del Makhzen con el sionismo y exigen justicia social y dignidad.
Una espiral de vínculos se tejió con el sionismo en un lapso de tiempo que no tiene otra explicación que una aceleración del establecimiento de este último antes de que llegara la hora fatal de impedir una abdicación real o, del deseo de la monarquía, de impedir una revolución republicana. ¡Por lo tanto, la supervivencia de la monarquía está en juego!
Se han entregado tierras a la entidad sionista, se han enviado inmigrantes marroquíes para construir asentamientos judíos en tierras palestinas, se han enviado enfermeras marroquíes para cuidar de los jubilados de las FDI, se ha atraído a médicos israelíes para que vengan a tratar a los marroquíes, para lograr una situación de hecho consumado y imponer el apartheid en la Región.
El momento de tal aceleración de la normalización marroquí-sionista se explica de hecho por la menor esperanza de vida del monarca marroquí que no tiene mejor aliado que Netanyahu, también al final de su vida política, para sellar la judaización de Marruecos.
Origen: La escandalosa normalización entre Israel y Marruecos: el inminente fin de reinado