Por M. Limam Mohamed Ali Sidi Bachir, representante del Frente Polisario en el País Vasco
ممثل البوليساريو ببلاد الباسك
Cualquier observador que siga de cerca las últimas respuestas escritas del Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el socialista Josep Borrell y los demás jerarcas comunitarios a las preguntas de los legisladores europeos, respecto a las distintas dimensiones del conflicto en el Sahara Occidental: DDHH, el etiquetado de los productos agrícolas y pesqueros, pasando por la situación de los refugiados saharauis,.. etc, observará que existe un cierto cambio en el lenguaje del político.
Después del regalo ofrecido, por Borrell, a sus aliados marroquíes durante sus últimos días en el Palacio de Santa Cruz en Madrid, el máximo responsable de la política exterior y de seguridad de la UE siguió siendo fiel a su línea oportunista, incluso después de que su nombramiento fuera aprobado por el hemiciclo de Estrasburgo, el pasado mes de diciembre. No obstante, recientemente, en más de cinco respuestas escritas sobre el estatus jurídico del territorio del Sáhara Occidental, el club comunitario evidenció su perfecta sintonía con las resoluciones de las Naciones Unidas y su apoyo decidido al derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. Esto induce a poner una serie de signos de interrogación, exclamación y alerta.. .¿Qué se esconderá detrás de la colina? ¿Qué habrá podido suceder para que este responsable europeo vuelva a abrevar en las fuentes del derecho internacional? ¿Acaso se trata de un castigo a Marruecos, en defensa de la posición del Gobierno de su país, por el cierre de los corredores de Ceuta y Melilla? ¿O es simplemente una maniobra política a la vista de la inminente sentencia del TJUE, en relación a los recursos interpuestos por el Frente POLISARIO contra los acuerdos de pesca y comercio suscritos con Marruecos, en los que se incluye el territorio del Sahara Occidental ocupado, así como sus aguas adyacentes, en una clara violación del derecho internacional, el derecho internacional humanitario y el propio derecho comunitario?
Partiendo de mi seguimiento de la política exterior de la UE, así como mi relación directa en la elaboración del dossier de la batalla legal del Frente POLISARIO ante el TJUE, desde mi anterior puesto como representante del Frente POLISARIO en el Reino Unido, y siendo uno de los que presenciaron el proceso de votación sobre el acuerdo de pesca, el año pasado, en el Parlamento Europeo, me inclino hacia la última hipótesis. Es decir, la Comisión Europea, representada por Borrell, que ya no cuestionaba la capacidad procesal del Frente POLISARIO como representante del pueblo saharaui, sabe mejor que nadie que aquellos acuerdos, pactados con nocturnidad y en contra de una batería de sentencias del tribunal europeo, y valiéndose únicamente de un dictamen desequilibrado elaborado por la burocracia de una Comisión Europea, al servicio de los intereses franceses y españoles, nunca tendrá valor legal.
En consecuencia, la Comisión, estaría tratando de aliviar el potencial impacto de los previsibles reveses judiciales, lo que supone el punto final de la conspiración europea y el clavo final en el ataúd de la política de chantaje del Majzén, que sirvieron de paraguas para la adopción de aquellos acuerdos. Asimismo, sin lugar a dudas, será un atisbo de esperanza para la lucha del pueblo saharaui y un espaldarazo a su apuesta legal. El lector de las respuestas escritas del jefe de la diplomacia europea no requiere de demasiada agudeza intelectual ni finura jurídica para llegar a esta conclusión. Así, se observa que la última respuesta del Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, a la pregunta de la eurodiputada polaca del grupo democristiano del Parlamento Europeo, Janina Ochojska, se pivota sobre dos puntos: el primero es la posición de la UE respecto del estatuto jurídico del Sahara Occidental como territorio no autónomo (forma parte de la lista de Naciones Unidas de los territorios pendientes de descolonización); así como su apoyo a los esfuerzos políticos de NNUU y sus resoluciones pertinentes. Cuestión ésta a la que sólo dedica un párrafo de su respuesta. En cambio, el grueso de su esfuerzo se concentró en justificar los acuerdos de pesca y agricultura con el ocupante marroquí, en los que se incluye el territorio del Sahara Occidental y sus aguas adyacentes, donde se pone gran énfasis en los beneficios de los ‘habitantes’ (en lugar del pueblo del Sáhara Occidental ), y los procedimientos adoptados por los países miembros para supervisar la importación de los productos procedentes del Sáhara Occidental , asimismo, concluye insistiendo en la necesidad, por segunda vez, de hacer partícipes a los ‘habitantes’ en la elaboración de dichos acuerdos, lo que garantizaría que se beneficien de los mismos.
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Origen: La inusual cortesía de Josep Borrell y la deseada imparcialidad europea – El Portal Diplomatico