Redacción
Madrid (ECS). – Desde la Liga de Periodistas y Escritores saharauis en Europa «nos solidarizamos enérgicamente con nuestro colega Ignacio Cembrero Periodista español experto en el Magreb que el régimen Alauí ha denunciado ante la justicia española por denunciar públicamente el caso de espionaje «Pegasus», un software que Israel vendió a Marruecos donde Cembrero fue una víctima más de dicho espionaje.
Ahora Marruecos le acusa por «manchar su imagen» y está obligado a responder ante la justicia para demostrar que Marruecos ha utilizado Pegasus para espiar al presidente del gobierno español, algunos ministros, ministras y distintas personalidades como Periodistas y directores de alto rango.
«Cómo asociación denunciamos tal acusación vertida contra el periodista Ignacio Cembrero, porque el régimen marroquí no reconoce la libertad de prensa ni cumple con el código deontológico del periodismo internacional basado en la libertad de expresión y el secreto profesional de no revelar las fuentes de información como medida de protección a las y los informadores regulados en los Estatutos universales del periodismo», reza un comunicado de la asociación.
«Eso es un acto grave que impide a los periodistas internacionales y saharauis ejercer su profesión y cumplir con sus derechos y obligaciones de informar a la opinión pública ante las trabas impuestas por Marruecos donde los periodistas son sus peores enemigos y están perseguidos, encarcelados y torturados: como los casos de Mohamed Lamin Haddi y Mohamed Yahdih Sbai, dos periodistas saharauis privados de su libertad por razones políticas y son considerados amenazas graves por denunciar las sistemáticas violenciones de los DD.HH cometidas contra civiles saharauis en los territorios ocupados por Marruecos», añade.
La Liga de Periodistas y Escritores saharauis en Europa hace un llamamiento urgente a la comunidad Internacional, a la Federación Internacional de Periodistas, a la Federación de Asociaciones de Periodistas de España y a Reporteros sin Fronteras de amparar al Periodista Ignacio Cembrero y a los demás colegas saharauis encerrados por el mero hecho de ser periodistas.