- A lo largo de cuatro décadas, los colonos marroquíes se trasladaron al Sáhara Occidental mientras Estados Unidos y la Unión Europea han explotado ilegalmente los recursos del territorio, extrayendo fosfatos, pescando en sus caladeros y, en los últimos años, perforando el subsuelo en busca de petróleo y gas.
Por Dan Cohen – Mintpressnews
El pasado 13 de noviembre de 2020, los comandantes de los ejércitos de Estados Unidos y Marruecos se reunieron para planificar ejercicios conjuntos anuales. Al día siguiente, 1.000 soldados marroquíes y 200 vehículos irrumpieron en la brecha ilegal de Guerguerat, una carretera clave en el Sáhara Occidental ocupado que conecta los territorios ocupados por Marruecos con Mauritania, construida en l muro en violación del derecho internacional.
Los indígenas, conocidos como saharauis, habían estado realizando protestas diarias en esta zona desmilitarizada y bloqueando la carretera durante las tres semanas anteriores. Aunque nadie resultó herido en el ataque marroquí, el incidente rompió un alto el fuego de 29 años y reavivó una lucha por la independencia en la última colonia existente de África, el Sáhara Occidental.
Después del ataque marroquí, el Frente POLISARIO evacuó a los manifestantes civiles y respondió con rafagas que obligaron a los marroquíes replegarse. Desde entonces, las unidades del Ejército saharaui continúan atacando posiciones del Ejército a lo largo del muro que contruyó en el territorio.
La guerra actual y la posición de EE.UU
El ejército marroquí no permite que los periodistas entren en el territorio ocupado, creando un apagón y un bloqueo mediático. El Frente POLISARIO ha proporcionado videos e imágenes de sus operaciones militares, pero no hay información sobre bajas y los familiares de los combatientes no tienen forma de contactar con ellos.
“No sé si mis hermanos siguen vivos, no sé si mi familia que vive allí está viva. Como no tenemos esa información, no tenemos ningún contacto”, lamentó Nana Salem, una refugiada saharaui.
Mientras la batalla se desarrollaba, el entonces presidente Donald Trump anunció el reconocimiento de Estados Unidos de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental y que Marruecos seguiría a los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, y normalizaría formalmente las relaciones con Israel. En el centro de este esfuerzo estaba Jared Kushner.
«Al reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, el presidente Trump está rechazando el status quo fallido, que no beneficia a nadie, y en cambio está trabajando por una solución justa, duradera y mutuamente aceptable», explicó Kushner. Pero este reconocimiento mutuo de los estados ocupantes con ideologías expansionistas es poco más que un cambio de marca de un status quo que ha beneficiado durante mucho tiempo a Marruecos, Israel y Estados Unidos.
Una larga lucha por la independencia
El territorio del Sáhara Occidental es la última colonia de África. El ochenta por ciento del territorio está bajo ocupación marroquí y los colonos marroquíes constituyen ahora dos tercios de la población de 500.000 habitantes.
La lucha saharaui por la independencia se inició muchos antes de la ocupación marroquí. En 1884, España comenzó a colonizar el Sáhara Occidental, llamándolo entonces como el Sahara español y a sus habitantes como los saharauis. En 1957-58 los saharauis iniciaron un levantamiento contra España que formó una conciencia nacional. Esto fue respaldado por el derecho internacional: en 1972, la Resolución 2983 de la ONU afirmó «el derecho inalienable del pueblo del Sáhara Occidental a la autodeterminación y la independencia».
A principios de la década de 1970, el líder saharaui El-Ouali Mustapha Sayed, influenciado por el escritor revolucionario Franz Fanon, fundó el Frente POLISARIO, un grupo de resistencia armada dedicado a derrocar al dictador fascista de España respaldado por Estados Unidos, Francisco Franco.
Pero Hassan II, el rey de Marruecos, que se había «independizado» recientemente de Francia y España en la década de 1950, se debilitó después de dos fallidos golpes de estado militares. Para reforzar sus credenciales nacionalistas, Hassan buscó expandir las fronteras hacia el sur como parte de una visión del Gran Marruecos, preparándose para un choque con España y el derecho internacionales.
En 1975, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas emitió un informe a favor de los saharauis y respaldando su independencia, y la Corte Internacional de Justicia emitió una opinión contra las reclamaciones marroquíes y mauritanas sobre el territorio, lo que significa su condición de última colonia de África.
Franco estaba en su lecho de muerte y le preocupaba que una nueva guerra colonial en África socavaría la estabilidad de su régimen.
Atrapado en el juego de mesa de la Guerra Fría.
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