Hace dos años, Fabio Salvia del Comité belga de apoyo al pueblo saharaui y Thibault Zalesky del CNAPD viajaron a los campamentos de refugiados saharauis, en el sur de Argelia. Allí descubren la dura realidad en la cual sobrevive este pueblo silenciado por los medias de todo el mundo. En ese entonces, sienten la necesidad de acercarse más al alma de la cultura saharaui, de construir lazos profundos con ella: así nace el proyecto “La melodía de la solidaridad”.
“Con Fabio Salvia del Comité belga de apoyo al pueblo saharaui viajamos a los campamentos por primera vez en octubre de 2019. Allí descubrimos la dura realidad de estos refugiados”, nos comparte Thibault Zalesky, CNAPD.
“Intentamos hablar en Bélgica sobre la situación humanitaria, las barreras políticas. Sin embargo, lo que nos había hecho falta durante este primer viaje, había sido de encontrar el alma de la cultura saharaui. Nos hemos quedado reflexionándolo, y hemos pensado que habría sido formidable poder elaborar un proyecto por encima de las notas de la música saharaui”, explica Thibault Zalesky.
“En 2019 habíamos visitado la Escuela Nacional de Música Mártir Ahmed Salem Tnagi, en el campamento de Bojador. Allí nos dijeron que la escuela estaba cerrada, falta de fondos”, sigue Thibault Zalesky. “Estaban los muros, los instrumentos, pero las notas no estaban”.
“La música saharaui es la expresión de la voluntad de su pueblo, hacia un porvenir que sigue buscando e intentando construir. Nosotros queríamos permitir un espacio de expresión a través de la música, para facilitar la creación de lazos horizontales. Eso ha sido formidable. No creíamos de que el proyecto funcionaría así como funcionó. Esta semana hemos escuchado las notas de la música en la escuela, hemos escuchados las risas y descubierto las sonrisas entre las miradas de los saharauis que participaron”, concluye Thibault Zalesky.
(…)
LEER ARTÍCULO COMPELTO en el original: La melodía de la solidaridad: un cuento entre Bélgica y el Sahara Occidental – El Clarin de Chile