Ha puesto en el radar a la arquitectura multilateral que nació del horror de la II Guerra Mundial. Y, en sus continuos ataques a la ONU, la administración Trump trata de identificar aquellas agencias y operaciones susceptibles de ser disueltas. Una de esas posibles víctimas es la misión de paz en el Sáhara Occidental (Minurso), cuyo mandato fue prorrogado por un año a finales de 2024 y cuya supervivencia es el símbolo de un contencioso, el de la última colonia de África y la otrora provincia española, que cumple medio siglo.

«La Minurso tenía un propósito: patrocinar un referéndum entre los saharauis del Sáhara Occidental para determinar su preferencia. Durante 34 años, no ha logrado cumplir su misión ni es probable que se celebre ningún referéndum en los próximos 34 años», señala Rubin a este diario. «En este momento, la Minurso es una organización a cargo de una misión que explica su deriva. Los intereses de la burocracia no deben prevalecer sobre los intereses de la gente«, opina.

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