Por Sidi Maatala
Madrid (ECS). – Argelia es el principal suministrador de gas natural para España, con casi el 50% del total el año pasado. El Gobierno de Sánchez “confía” en que el giro brusco en el conflicto del Sáhara Occidental no afecte al suministro.
El repentino cambio de posición del Gobierno de Pedro Sánchez ante el conflicto en el Sáhara Occidental, territorio ocupado por Marruecos desde 1975, puede abrir una crisis energética en España. Según ha adelantado el diario ABC, el apoyo del Gobierno de Sánchez a Marruecos para el plan de autonomía del Sáhara Occidental podría tensionar las relaciones de Madrid con Argelia, el principal grifo de gas para España.
Del país norteafricano, España importó el año pasado casi el 50% de esta materia prima, que actualmente llega a España a través del gasoducto Medgaz, que une directamente los yacimientos de Hassi R’Mel en Argelia con Almería.
Por otro lado, Argelia es el tercer mayor proveedor de gas de Europa, a donde llegan el 83 por ciento de sus exportaciones, con España e Italia como principales países de destino -en 2021 sumaron el 65 por ciento del total-. El año pasado exportó al continente 55 bcm, frente a los 38,2 bcm de 2020.
Rabat ha logrado imponer su postura al Ejecutivo de Pedro Sánchez, que apoyaría su plan de autonomía para el Sáhara Occidental y descartaría el referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui. El problema es que Argelia es un defensor firme del pueblo saharaui, además del principal suministrador de gas a España.
En este contexto, Argel llamó hoy a consultas a su embajador en Madrid, España, tras las declaraciones del gobierno español sobre el conflicto del Sáhara Occidental. En un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, al que ECSAHARAI ha recibido copia, se señala que la decisión de citar al embajador de Argelia en España se produce tras unas declaraciones oficiales españolas sobre la cuestión saharaui. El mismo comunicado añadía que las autoridades argelinas estaban muy sorprendidas por las declaraciones.
Origen: La mitad del gas que consume España llega de Argelia, y está en riesgo.