Viene de publicar la periodista Gemma Saura en La Vanguardia (12 de junio de 2022) un amplio reportaje sobre la desaparición bajo custodia de Mohamed Sidi Brahim Basir, Bassiri. La figura de Bassiri va engrandeciéndose a medida que pasa el tiempo porque permite conocer las raíces profundas del nacionalismo saharaui, la voluntad del pueblo saharaui de constituirse como sujeto político manteniendo lazos con España y, además, por el hecho dramático de su detención y desaparición, a raíz de los sucesos de Zemla. Recordemos que aquel trágico episodio consistió en la represión con fuego real de una manifestación de saharauis en El Aaiún, el 17 de junio de 1970, saldada con un número indeterminado de personas muertas bajo las balas, con un recuento de fallecidos que, según las fuentes, van de cuatro a una treintena. El mérito sustancial de la labor investigadora de Gemma Saura reside en compendiar, sintetizar y actualizar la descripción histórica, en lo que se ha podido averiguar a lo largo del tiempo, sobre la detención y desaparición del líder de la denominada Organización Avanzada para la Liberación del Sahara (OALS). Y, adicionalmente, ha conseguido recabar valiosos testimonios que corroboran abiertamente cómo, tras la desaparición bajo custodia de Bassiri, se arbitró por los servicios del Estado una campaña de desinformación, con fabricación de documentos al efecto, destinada a sostener artificialmente la tesis de la expulsión de Bassiri del territorio del Sahara Occidental. Como en su momento apuntó el periodista Tomás Bárbulo, desde el principio se pretendió por los servicios de inteligencia construir documentación no orientada a esclarecer lo sucedido con Bassiri, sino, al contrario, dirigida a desinformar aludiendo a una supuesta liberación; algo de lo que nunca tuvieron conocimiento sus familiares allegados, tragándose la tierra al reo. Nadie quiso oficialmente, ni en 1970 ni ahora, investigar la hipótesis, esta sí alimentada por una pluralidad de testimonios indirectos, de la ejecución extrajudicial.
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