Este 18 de diciembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha celebrado un debate con motivo de la conmemoración de la Declaración sobre la concesión de independencia a los países y pueblos colonizados, adoptada en 1960. Esta Declaración constituye uno de los pilares del sistema internacional de descolonización y reconoce el derecho inalienable de los pueblos a la libre determinación y a la independencia, así como la incompatibilidad del colonialismo con la Carta de la ONU.
Durante el debate, varios Estados intervinieron para recordar que la descolonización sigue siendo una tarea pendiente, y mencionaron explícitamente la situación del Sáhara Occidental como un caso aún no resuelto. Delegaciones de Nicaragua, Cuba, Namibia, Mozambique, Sudáfrica y Timor Oriental, entre otros, reafirmaron el derecho del pueblo saharaui a decidir libremente su futuro y expresaron su apoyo al Frente Polisario como su legítimo representante en el proceso de descolonización.
Especial relevancia tuvo la intervención del representante de Nicaragua, que subrayó la solidaridad de su país con el pueblo saharaui, el pueblo palestino y todos los pueblos que siguen siendo víctimas del colonialismo, situando la cuestión del Sáhara Occidental en el marco más amplio de las luchas de liberación aún inconclusas reconocidas por la ONU.
Estas intervenciones se produjeron en coherencia con el marco jurídico de Naciones Unidas, que sigue considerando al Sáhara Occidental como un territorio no autónomo pendiente de descolonización. Lejos de tratarse de una cuestión cerrada o “resuelta”, el debate del 19 de diciembre volvió a poner de relieve que el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui continúa plenamente vigente en el seno de la Asamblea General.
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