La ONU vuelve a poner a Marruecos en el banquillo: Guterres alerta de un deterioro alarmante en los territorios ocupados y el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria exige la liberación inmediata de los presos políticos saharauis

La ONU vuelve a poner a Marruecos en el banquillo: Guterres alerta de un deterioro alarmante en los territorios ocupados y el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria exige la liberación inmediata de los presos políticos saharauis

Nueva York / Ginebra (24 de agosto de 2025) – En un momento clave, a las puertas del 50º aniversario del inicio del conflicto, dos pronunciamientos contundentes de Naciones Unidas han vuelto a situar a Marruecos contra las cuerdas en el plano internacional. El Secretario General de la ONU, António Guterres, presentó un informe en el que expresa su “grave preocupación” por el deterioro constante de la situación en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, mientras que el Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria exigió la liberación inmediata de todos los presos políticos saharauis, algunos encarcelados desde hace casi 15 años en condiciones que vulneran flagrantemente el derecho internacional.

En su informe, que será debatido en la Asamblea General de la ONU en septiembre, Guterres describe un escenario alarmante: confiscaciones de tierras, desplazamientos forzados, destrucción de propiedades, represión sistemática contra manifestaciones pacíficas y restricciones a la libertad de expresión, asociación y protesta. Denunció además que Marruecos sigue impidiendo desde 2015 el acceso del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos al Sáhara Occidental, incumpliendo de manera reiterada las resoluciones del Consejo de Seguridad, incluida la más reciente, la Resolución 2756 (2024).

El Secretario General alertó de que la ausencia de una vigilancia independiente e imparcial constituye un obstáculo crítico, que impide evaluar la magnitud real de los abusos. Señaló que los presos saharauis del grupo de Gdeim Izik, condenados tras juicios sin garantías, sufren aislamiento, limitación de visitas familiares, falta de atención médica y torturas. Recordó que el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria ya concluyó en 2024 que Marruecos ignora deliberadamente sus obligaciones internacionales.

La denuncia se ve reforzada por el pronunciamiento del propio Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detención Arbitraria en Ginebra, durante la 60ª sesión del Consejo de Derechos Humanos. Allí, el organismo reiteró que Marruecos debe poner fin a las detenciones arbitrarias de saharauis, liberar a todos los presos políticos y garantizar condiciones de encarcelamiento conformes con las normas internacionales. Además, insistió en la necesidad de compensar a las víctimas y procesar a los responsables de torturas.

El caso del activista Naama Asfari fue citado como ejemplo paradigmático de la represión marroquí. Asfari sigue sufriendo hostigamiento en prisión, mientras que su esposa, la francesa Claude Mangin, continúa privada de su derecho a visitarlo. El Comité contra la Tortura de la ONU calificó esta situación de “totalmente inaceptable” y exigió a Rabat cesar de inmediato el acoso.

La AFAPREDESA (Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis) acogió con satisfacción la firmeza de Naciones Unidas. Su presidente, Abdeslam Omar Lahsen, recordó que no es la primera vez que la ONU reprende a Marruecos, pero que la reiteración confirma la sistematicidad de la represión: “Desde hace casi medio siglo, Marruecos mantiene un régimen de ocupación basado en la tortura, la desaparición y la detención arbitraria, con la complicidad de potencias internacionales. La única salida justa y duradera es la descolonización del Sáhara Occidental y la aplicación del derecho inalienable del pueblo saharaui a la autodeterminación e independencia”.

AFAPREDESA hizo además un llamamiento a España, en su calidad de potencia administradora del territorio, así como a la Unión Africana y a la Unión Europea, para que asuman sus responsabilidades y garanticen que las decisiones de los mecanismos de la ONU se cumplan de inmediato. La organización saharaui reclama la apertura de las cárceles marroquíes a la Cruz Roja y al ACNUDH, visitas regulares de observadores internacionales y acceso sin restricciones al Sáhara Occidental ocupado para periodistas, investigadores y parlamentarios.

La coincidencia de estos dos pronunciamientos —el informe del Secretario General y la exigencia del Grupo de Trabajo— marca un punto de inflexión en la creciente presión internacional contra Marruecos. Mientras Rabat insiste en bloquear cualquier vigilancia independiente, las voces que denuncian su ocupación ilegal se multiplican y se hacen más firmes. En vísperas del medio siglo de conflicto, la ONU envía una señal clara: el mundo no puede seguir mirando hacia otro lado frente a las violaciones de derechos humanos en el Sáhara Occidental.

PLATAFORMA «NO TE OLVIDES DEL SAHARA OCCIDENTAL»