Tanto la ONU como el Departamento de Estado de EE.UU, han denunciado que Marruecos se ha convertido en el principal productor de productos estupefacientes hacia Europa a través de Malí, Mauritania y Libia.
Según el informe estadounidense, el hachís marroquí se introduce cada vez más de contrabando en América del Sur y el Caribe, donde los traficantes intercambian el hachís por cocaína y transportan esta última a Europa para su distribución. Debido a los métodos de detección mejorados a lo largo de la costa norte del Mediterráneo, los traficantes han ampliado las rutas internas al trasladar el hachís más al sur, a la costa occidental de Marruecos, para su envío marítimo o terrestre a través de la región del Sahel. «Desde la introducción de las cepas híbridas, los niveles de THC han aumentado de aproximadamente un 15 % a un 25 % estimado, al mismo tiempo que aumentan significativamente los rendimientos de producción. No se pueden obtener estimaciones precisas para el cultivo de cannabis y la producción de hachís utilizando estimaciones de rendimiento asociadas con las semillas de cannabis marroquíes tradicionales. Se ha informado que las fuerzas del orden público incautaron un total de 120 toneladas métricas (TM) de productos de cannabis en los primeros 10 meses de 2020. En el mismo período de 2019, se incautaron 256 TM», añade el comunicado.
La MDMA (éxtasis), originaria de Bélgica y los Países Bajos, continúa introduciéndose de contrabando en el norte de Marruecos y se vende en el mercado interno. El cierre de fronteras y el aumento de los controles fronterizos durante la pandemia de COVID-19 afectaron significativamente el tráfico de MDMA, como lo demuestran las 116 122 tabletas incautadas en 2020 frente a las 917 675 informadas en 2019.
Según el Departamento de Estado norteamericano, Marruecos sigue siendo un importante punto de tránsito para el envío marítimo de cocaína de contrabando a Europa, pero el país ha logrado avances en la lucha contra la actividad de tráfico. Las autoridades marroquíes citan el aumento de la vigilancia, los controles fronterizos y la cooperación continua con los socios estadounidenses y europeos como factores que han llevado a un volumen creciente de incautaciones de drogas.
En noviembre de 2019, según EE.UU, las autoridades marroquíes incautaron 476 kilogramos (kg) de cocaína y las autoridades españolas incautaron 1280 kg adicionales del mismo envío marítimo tras un desacuerdo entre los traficantes, lo que les obligó a intentar la descarga en el sur de España. En 2020, las autoridades incautaron 64 kg de cocaína durante varias investigaciones en las que los traficantes intentaron pasar de contrabando la cocaína a Marruecos desde Europa.