La Plataforma “No te olvides del Sáhara Occidental” se suma a la declaración internacional “Cincuenta años de ocupación y resistencia en el Sáhara Occidental”

La Plataforma “No te olvides del Sáhara Occidental” se suma a la declaración internacional “Cincuenta años de ocupación y resistencia en el Sáhara Occidental”

Plataforma “No te olvides del Sáhara Occidental”

El 6 de octubre de 2025, una amplia coalición internacional de organizaciones de derechos humanos y movimientos solidarios dio a conocer una declaración conjunta titulada “Western Sahara: Fifty Years of Occupation and Resistance”. Promovido por el Geneva Support Group for the Protection and Promotion of Human Rights in Western Sahara, el documento marca un punto de inflexión moral y político: medio siglo después de la invasión marroquí de 1975, el pueblo saharaui sigue privado de su derecho inalienable a la autodeterminación.

Desde la Plataforma “No te olvides del Sáhara Occidental” nos sumamos públicamente a este llamamiento y a su contenido íntegro, convencidos de que solo la fuerza de la conciencia internacional podrá poner fin a una injusticia que dura ya cincuenta años.

La declaración, firmada por organizaciones como la African Human Rights Network (AHRN), la International Association of Democratic Lawyers (IADL), el World Federation of Democratic Youth (WFDY), OIDEL, Youth for Human Rights Africa (YoHRA) y redes de solidaridad europeas y latinoamericanas, denuncia con claridad la violación sistemática del derecho internacional en el Sáhara Occidental. El texto recuerda que las opiniones consultivas de la Corte Internacional de Justicia (1975), del Asesor Jurídico de la ONU (2002) y de la Unión Africana (2015), junto con las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (2016, 2018, 2021, 2024), coinciden en un punto esencial: Marruecos no tiene soberanía sobre el territorio, que sigue siendo un Territorio No Autónomo pendiente de descolonización.


La persistencia del colonialismo

La lectura del documento no deja lugar a dudas: lo que comenzó como una invasión militar es hoy un régimen de ocupación sostenido por la impunidad y el silencio internacional.

El texto denuncia la comisión de crímenes de lesa humanidad, incluidas ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, torturas y desplazamientos forzados; la imposición de censura, la persecución de defensores de derechos humanos —entre ellos los miembros del CODESA, encabezados por Aminetu Haidar—, y el uso de drones armados contra civiles saharauis, una práctica que vulnera de forma flagrante el Derecho Internacional Humanitario.

Más de la mitad del pueblo saharaui vive desde hace décadas en los campamentos de refugiados de Tinduf, mientras que la otra mitad sobrevive bajo ocupación o en el exilio, separada por un muro militar de 2.700 kilómetros, uno de los más extensos y minados del planeta.

La ocupación, además de militar, es económica: Marruecos ha convertido el expolio de los fosfatos, los recursos pesqueros y agrícolas del territorio en una fuente esencial de su sistema rentista. En este saqueo participan también empresas europeas y multinacionales amparadas por acuerdos ilegales firmados por la Comisión Europea y el Consejo de la UE, en violación directa de las sentencias del Tribunal de Justicia Europeo.


Europa ante su espejo

La declaración no se limita a señalar responsabilidades de Marruecos. Denuncia con fuerza la complicidad europea, en especial la de las instituciones que, bajo la presidencia de Ursula von der Leyen, han elegido ignorar las decisiones judiciales para proteger intereses comerciales y geoestratégicos.

El documento es claro: al seguir incluyendo los productos y recursos del Sáhara Occidental en sus acuerdos con Rabat, la Unión Europea socava su propio ordenamiento jurídico, debilita la autoridad del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y mina su credibilidad como actor global comprometido con el Estado de derecho.

El texto también llama la atención sobre el papel de las potencias internacionales que, bajo el pretexto de la estabilidad regional, mantienen al Sáhara Occidental como un “punto ciego geopolítico”. Ni las Naciones Unidas ni el Consejo de Seguridad han cumplido su promesa de celebrar el referéndum de autodeterminación previsto desde 1991. La inacción de la ONU y el bloqueo sistemático del proceso de paz perpetúan la violencia y el sufrimiento, alimentando la frustración de una generación que solo ha conocido el exilio, el muro y el olvido.


Medio siglo de resistencia

Frente a esta ocupación prolongada, la declaración rinde homenaje a la resiliencia del pueblo saharaui, especialmente a las mujeres que, tanto en los campamentos de refugiados como en los territorios ocupados, sostienen la vida cotidiana, la educación y la identidad nacional.

El documento subraya que, pese a la represión y el aislamiento, la lucha saharaui por la libertad sigue siendo una de las más persistentes y pacíficas de nuestro tiempo.

Los movimientos solidarios en África, Europa y América Latina —a los que se suma nuestra Plataforma No te olvides del Sáhara Occidental— reafirman su compromiso de defender el derecho a la autodeterminación y el principio de soberanía permanente sobre los recursos naturales, pilares fundamentales del derecho internacional.


Un llamado urgente a la acción

El documento termina con una apelación clara y contundente: ya no se trata de nuevos informes ni de promesas vacías. Las Naciones Unidas, la Unión Europea y la Unión Africana deben asumir su responsabilidad histórica y política. El Sáhara Occidental sigue siendo el último territorio africano pendiente de descolonización, y cada día de silencio internacional prolonga una ocupación ilegal y un sufrimiento colectivo que dura medio siglo.

Desde la Plataforma No te olvides del Sáhara Occidental, hacemos nuestras las exigencias de esta declaración: la creación de una oficina permanente de la ONU que supervise los derechos humanos en el territorio, el fin inmediato de los acuerdos económicos ilegales con Marruecos y el reconocimiento efectivo del Frente Polisario como único representante legítimo del pueblo saharaui.

Europa debe dejar de amparar el expolio; Naciones Unidas, de encubrir su inacción; y Marruecos, de ocultar su violencia bajo el disfraz de la modernidad.

Cincuenta años después, el pueblo saharaui no pide compasión: exige justicia. Y esa justicia empieza por nombrar las cosas por su nombre: ocupación, saqueo, represión.

La descolonización no es una opción diplomática, es una obligación jurídica y moral.

Cada palabra que se calle, cada acuerdo que se firme, cada recurso que se robe, es un paso más en la complicidad con el crimen.

Por eso lo repetimos, con la fuerza de medio siglo de resistencia: el Sáhara Occidental será libre porque ningún muro, ningún pacto ni ningún silencio podrán borrar el derecho de un pueblo a existir.

PLATAFORMA «NO TE OLVIDES DEL SAHARA OCCIDENTAL»