La creación de la denominada Cátedra de Estudios sobre Marruecos en la Universitat Rovira i Virgili no es una iniciativa académica neutra ni un ejercicio inocente de cooperación cultural. Es una operación de blanqueamiento político promovida desde el Consulado del Reino de Marruecos dentro de una universidad pública, financiada con dinero de toda la ciudadanía. Cuando una cátedra universitaria nace impulsada por un consulado extranjero, deja de ser un espacio independiente de investigación para convertirse en una herramienta de proyección de relato y de influencia política.

Bajo una retórica edulcorada de “diálogo”, “interculturalidad” y “nuevas miradas”, el proyecto evita cuidadosamente cualquier referencia incómoda: ni una palabra sobre la ocupación ilegal del Sáhara Occidental, la represión en los territorios ocupados, los presos políticos, ni las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que desmontan la soberanía marroquí sobre el territorio. No es un olvido: es una exclusión deliberada, imprescindible para construir una imagen amable y despolitizada de Marruecos, funcional a sus intereses diplomáticos y económicos.

Resulta especialmente preocupante que, desde una estructura patrocinada por el propio Estado marroquí, se establezca como prioridad “dar visibilidad y apoyo” a la comunidad marroquí residente en Cataluña. La integración social no puede confundirse con tutela política, ni las comunidades migrantes pueden ser instrumentalizadas como extensión de una diplomacia estatal. La universidad pública debería garantizar autonomía crítica, pluralidad real y protección frente a injerencias externas, no actuar como plataforma de influencia de un régimen autoritario.

La URV no está “tendiendo puentes” ni promoviendo un diálogo equilibrado: está cruzando una línea roja. Cuando una universidad pública presta su prestigio institucional a una iniciativa diseñada y promovida por un consulado, traiciona su función esencial como espacio de pensamiento crítico y servicio público. Esto no es cooperación euromediterránea ni interculturalidad; es normalización académica del silencio, la propaganda y la ocupación, con sello universitario.

Basado en el texto original: Creada la Cátedra de Estudios sobre Marruecos para reforzar los vínculos euromediterraneos – Diari digital de la URV