Moscú reafirma su presencia en las aguas territoriales del Sáhara Occidental, aprovechando el vacío dejado por la Unión Europea. La Agencia Federal de Pesca de Rusia ya ha distribuido cuotas de pesca en esta zona, mientras que Bruselas se dedica a analizar las recientes decisiones del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Estas sentencias, dictadas en octubre, excluyen los productos del Sáhara de los acuerdos firmados con Marruecos, creando una oportunidad que Rusia aprovecha rápidamente. Poco antes de la sentencia del TJUE, Rusia y Marruecos renovaron el acuerdo de pesca firmado en 2020.

La pesca como palanca de influencia

Los alentadores resultados de las investigaciones realizadas por el barco Atlantniro desde el pasado mes de octubre abren nuevas perspectivas para la cooperación ruso-marroquí. Los bancos de peces se consideran satisfactorios y  permiten prever un aumento de las capturas. Las empresas rusas obtienen así autorización para pescar hasta 10.000 toneladas de peces pelágicos, principalmente sardinas, en una zona marítima desierta por los arrastreros europeos desde julio de 2023.

Fuente: Nouvelle Tribune , 12/03/2024