
Este breve informe representa la lectura más reciente sobre la forma de operar de las organizaciones yihadistas más peligrosas en la región del Sahel, después de que la violencia terrorista se haya convertido en el fenómeno de mayor expansión desde Malí hasta Burkina Faso y Níger, en medio de una evidente incapacidad regional para contener su amenaza.
Diversos informes han revelado la estrategia que adopta el líder de “Jamaat Nusrat al-Islam wal-Muslimin” (Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes, JNIM), Iyad Ag Ghaly, para sobrevivir a la persecución aérea y dirigir su organización en en el Sahel, señalando su dependencia total de un círculo estrecho conocido como los “estrategas de la sombra”.
Según esa información, Ag Ghaly ha delegado las tareas ejecutivas en dos figuras clave: Sidan Ag Hitta, descrito como la “caja negra” de JNIM y responsable de los dosieres de seguridad y de las negociaciones, y Amadou Koufa, su adjunto y encargado de la movilización militar en el centro de Malí.
Para hacer frente a la amenaza de los drones, la “dirección en la sombra” impuso tácticas estrictas, entre las que destaca el “silencio comunicativo” absoluto, la dependencia de una red de mensajeros humanos y la concesión de amplias facultades descentralizadas a los comandantes regionales sobre el terreno. Esto permitió al líder de la organización mantenerse oculto de la vista pública, al tiempo que se conservaba la eficacia de los ataques.
Iyad Ag Ghaly (líder del Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes) no dirige la organización de manera caótica bajo la presión de los drones (aeronaves militares no tripuladas), sino a través de una red de mando centralizada y casi secreta, con una distribución precisa de tareas entre líderes locales que garantizan la continuidad de las operaciones pese al aumento de los ataques aéreos y de la interferencia electrónica.
- NOTA: Sidan Ag Hita (Sedane Ag Hitta), Subcomandante / comandante de campo de relevancia. También es conocido como Abu Abd al-Hakim al-Kidalí. Ocupa el cargo de subcomandante general de JNIM desde 2019 y es considerado uno de los altos dirigentes actualmente activos.
- NOTA: Mahmoud Barry (Mahmoud Barry – Abou Yehiya), Comandante de katibas y portavoz oficial del grupo. Comandante de las Katibas de Macina (Katiba Macina), uno de los principales brazos de JNIM. Asimismo, se desempeña como portavoz oficial del grupo desde 2022, lo que implica su papel en la comunicación y la coordinación con las demás facciones.
A continuación se presentan los puntos más importantes para comprender cómo gestiona Iyad Ag Ghaly el grupo Nusrat al-Islam wal-Muslimin:
1) Liderazgo central con un “círculo reducido” y amplia delegación a los comandantes de campo: Nueva información indica que Iyad Ag Ghaly se apoya en un grupo muy reducido y experimentado de líderes para gestionar las operaciones, de modo que la planificación general sea centralizada, pero la ejecución se lleve a cabo a través de células locales casi independientes en Malí, Burkina Faso, Níger e incluso Nigeria. Esta estructura hace que el grupo sea menos vulnerable a la eliminación de su líder o al ataque contra centros de mando centrales, ya que no depende por completo de un único canal de comunicación ni de una jerarquía claramente visible.
2) El “silencio tecnológico” no es un cese de la planificación, sino una diversificación de los medios: Bajo la presión de los drones y de los ataques aéreos, el grupo reduce las comunicaciones inalámbricas que pueden ser detectadas con facilidad y recurre a planes alternativos de comunicación, como mensajes cifrados simples, reuniones presenciales entre subjefes de sectores o redes de mensajeros locales de confianza en lugar de transmisiones inalámbricas intensivas. Esto explica la continuidad de ataques de gran alcance a pesar de las campañas de neutralización, ya que la planificación puede realizarse con una o dos semanas de antelación y luego ejecutarse mediante pequeñas unidades independientes.
3) Expansión geográfica y el papel de la descentralización: El Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (JNIM) no es una fuerza concentrada en un solo punto; se extiende desde el centro de Malí hasta Burkina Faso y Níger, e incluso amplía su actividad yihadista hasta la franja fronteriza con Benín y Togo. Esta expansión le permite ejercer presión simultánea en distintos frentes y aprovechar el vacío de seguridad en zonas donde a las fuerzas les resulta difícil mantener una vigilancia constante, lo que reduce el impacto de los ataques con drones contra la dirección del grupo.
4) Integración de los drones en las propias tácticas: Aunque los grupos afiliados a Al Qaeda dependían en el pasado de la guerra irregular tradicional, también han comenzado a utilizar drones comerciales modificados para tareas de reconocimiento o incluso para ataques kamikaze, lo que reduce la brecha de poder tecnológico con el adversario. De este modo, el grupo ha demostrado su capacidad de adaptación, convirtiendo a los drones en parte del conflicto táctico y no solo en una herramienta que lo expone al peligro.
5) Apoyo local y explotación de las tensiones étnicas: Parte de la sostenibilidad del grupo JNIM bajo presión radica en su capacidad de captación dentro de las comunidades locales, especialmente entre etnias como los fulani, que sufren marginación en términos de seguridad y de condiciones sociales. Esto le proporciona recursos humanos y, en ocasiones, información de campo de gran importancia.
La gestión de Ghaly del Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes bajo la presión de los drones y las escuchas telefónicas no se basa en depender de un único canal de comunicación ni de un liderazgo central expuesto, sino en un liderazgo central flexible que se apoya en comandantes de campo separados entre sí.
Es una forma de “silencio” que reduce la dependencia de las comunicaciones abiertas y las sustituye por mensajeros de confianza, además de aprovechar la descentralización geográfica y la multiplicidad de ejes para hacer menos eficaz la neutralización del grupo. Incluso se recurre al uso de la misma tecnología (como los drones) para reducir la brecha táctica frente al ejército maliense.
(CEDyS, informe cedido).
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