Aun esta fresco en mi memoria los recuerdos del Ramadán de los primeros años del exilio, recuerdo a mis padres cubriendo sus cuerpos con sabanás; que humedecían constantemente para combatir el sofocante calor y al abrasador Erife, en una tienda de campaña, sobre la cual se proyectan potentes rayos solares en medio de un silencio…