20 noviembre, 2020
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La guerra otra vez cruza el Sáhara Occidental. Frente a las violaciones al alto el fuego cometidas por Marruecos, el Frente Polisario reanudó los ataques armados, respaldado por un apoyo masivo del pueblo saharaui.
Por Leandro Albani para La tinta
Taleb Alisalem sabe que el Sáhara Occidental fluye por sus venas, aunque no pudo nacer en su tierra. Cuando vio las primeras luces de la vida, estaba junto a su familia en los campamentos refugiados saharauis ubicados desde hace 30 años en el sur de Argelia. Ahora, Taleb ni siquiera está cerca de su país: desde hace casi dos décadas vive en España, a donde llegó a través de una ONG que coopera con su pueblo. Su historia, más allá de los detalles personales, es la misma que la de miles de hombres y mujeres que debieron escapar o exiliarse debido a la ocupación territorial del Reino de Marruecos. Pese a todo esto, Taleb sabe que su vida está ligada de forma visceral con otros hijos e hijas de las nubes, como se los conoce a los y las saharauis.
Con 28 años, Taleb atraviesa días muy agitados. En el Sáhara Occidental, volvió la guerra. La razón es la misma de siempre: la intransigencia de Marruecos, que no cumple desde hace 29 años la resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que habilita la realización de un referéndum para que el pueblo saharaui decida si quiere o no la creación de un Estado independiente. Como el resultado de ese referéndum se escucha a viva voz hace muchos años, el reino marroquí impone todo su poder para que no se cumpla.
Por eso, desde la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y el Frente Polisario (FP), denunciaron recientemente que Marruecos estaba violando los acuerdos de paz firmados con la ONU, al ocupar de forma ilegal la zona de El Guerguerat, en el sur del Sáhara Occidental. Ese lugar, apenas cortado por una ruta decrépita, es utilizado por el régimen marroquí para trasladar mercancías a Mauritania. Aunque esto sucede hace tiempo, la comunidad internacional mantuvo un silencio cómplice. Luego de casi 30 años esperando la realización del referéndum, y con esta nueva violación cometida por Marruecos, los y las saharauis dijeron basta. Y declararon la guerra.
Los frentes de batalla
“Todos los jóvenes saharauis, tanto los que estamos en España, en Francia u otros países europeos, hemos mostrado nuestra total disposición de unirnos a las filas del Ejército Nacional Saharaui –relata Taleb a La tinta-. Sé que puede resultar complicado de entender, pero cuando naces en un campamento de refugiados, cuando tienes a la mitad de tu familia en el Sáhara ocupado sufriendo todo tipo de violaciones por parte de la ocupación marroquí, cuando toda tu vida está cruzada por este conflicto, es normal que, llegado este momento de guerra, nazca del corazón y te salte del alma un poderoso sentimiento de querer morir por defender a tu gente. Y dejar a un lado toda tu vida para solo dedicarte a unirte a tu pueblo”.
En España, Taleb trabaja como asesor jurídico, pero también es un movedizo activista por los derechos saharauis. Pese a que los tiempos se acortan cada vez más, tiene tiempo para escribir artículos sobre su país en El Confidencial Saharaui, uno de los pocos portales de noticias que informa sobre la nueva guerra.
“Mis dos hermanos ya están en el frente de batalla, yo estoy en otro frente, el frente de la comunicación, de los medios, de la redes, de la diplomacia social –cuenta-. Trabajo sin parar en hacer que el mundo sepa qué es lo que está pasando en mi país. Pero en el momento en que vea necesario que mi país me necesita en el terreno, en el frente de batalla, no dudaré ni un segundo en presentarme allí”.
Las palabras de Taleb no son una impostura. En los últimos días, cientos de voluntarios saharauis, tanto de los territorios ocupados por Marruecos, de los campamentos de refugiados y de Europa, se sumaron a las filas del Ejército Nacional Saharaui.
Lo que sucede por estas horas en el Sáhara Occidental, y la resistencia que su pueblo lleva como bandera hace décadas, la resumió en una frase el presidente de la RASD y secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali: “La resistencia armada del pueblo saharaui es el único idioma que entiende el colonialismo marroquí”.
Historia de una colonización
El Sáhara Occidental es la última colonia en África. Aunque existen un acuerdo de paz –roto por Marruecos-, centenares de resoluciones de la ONU que avalan la independencia de los saharauis –nunca cumplidas por el régimen de Mohamed VI- y el reconocimiento de las RASD por parte de 82 estados, el colonialismo se aferra esas tierras desérticas y a sus costas con el océano Atlántico.
“El Sáhara Occidental fue colonia española durante casi dos décadas, hasta 1975, cuando España, de forma vergonzosa, en vez de darle al pueblo saharaui su derecho a la autodeterminación y descolonizar el territorio conforme a los reglamentos de la ONU, hizo un acuerdo con Marruecos y Mauritania, donde les entregó el territorio a cambio de acuerdos económicos y de mantener ciertos privilegios en la zona”, explica Taleb.
“De la noche a la mañana, España abandonó a los saharauis. Y de repente, el ejército marroquí estaba entrando por el norte y el mauritano por el sur para hacerse con el territorio del Sáhara Occidental que España les había ‘cedido’ conforme con los Acuerdos Tripartitos de Madrid, donde en vez de descolonizar los territorios, España los entregaba –señala-. Estos acuerdos son totalmente ilegales, ya que no respetan el derecho del pueblo saharaui, que es el único y legitimo sobre el terreno. Tampoco respetan su derecho a ser un Estado independiente. Desde entonces, el pueblo saharaui ha estado en una lucha continua con Mauritania y con Marruecos. Mauritania rápidamente se retiró del territorio, se dio cuenta de su error y reconoció a la República Árabe Saharaui Democrática como un Estado independiente, con el derecho a tener la soberanía y la independencia, como todos los estados africanos”.
En ese lejano 1975, cuando España escapaba a escondidas del Sáhara Occidental, Marruecos desató la invasión total. El régimen marroquí “obligó a miles de saharauis a huir de sus ciudades y sus casas, y refugiarse en la vecina Argelia, que los acogió –señala Taleb-. Desde 1975, más de 200 mil refugiados saharauis siguen viviendo en los campamentos en Argelia, esperando una solución al conflicto. La otra mitad de la población saharaui vive en los territorios que están ocupados por Marruecos, sufriendo todo tipo de violaciones de sus derechos humanos por el simple hecho de ser saharauis”.
Como es común en los hechos de ocupación ilegal de territorios –como son los casos de Israel con los palestinos o de los estados que ocuparon el Kurdistán-, “Marruecos llenó la tierra de colonos”, afirma Taleb. Y agrega: “Está explotando de manera ilegal los recursos naturales del Sáhara Occidental y, desde entonces, el pueblo saharaui espera que la ONU, que vino al territorio en 1991, obligando a las dos partes a firmar un acuerdo de alto el fuego, realice un referéndum en un plazo no superior a un año donde las saharauis puedan decidir si quieren ser un Estado independiente o si quieren ser parte de Marruecos. Han pasado casi 30 años y todavía el referéndum no se ha hecho. Marruecos ha bloqueado todos los intentos de la ONU para realizar el referéndum”.
El Guerguerat
La situación en El Guerguerat se aceleró cuando cientos de saharauis se trasladaron hacia esa frontera y la bloquearon. Para Marruecos, esta acción fue inaceptable, no sólo porque se cortaba el comercio con Mauritania, sino también porque muchas mercaderías –principalmente, el pescado- no podía ingresar para luego exportarse hacia Europa.
“Los saharauis decidieron ir a esa pequeña brecha ilegal, abierta por Marruecos, y protestar en el terreno que controla el ejército saharaui –indica Taleb-. Luego de 24 días de protestas, Marruecos tuvo grandes pérdidas económicas, ya que sus mercancías no podían pasar porque los civiles bloqueaban el paso, entonces, decidió abrir una brecha ilegal en ese muro y atacar a esa población que estaba protestando”.
El muro del que habla Taleb es el más extenso del mundo, con 2.720 kilómetros de largo. El objetivo de esa construcción –que hoy es bombardeada diariamente por el Polisario- es separar al pueblo saharaui. De un lado, los territorios ocupados ilegalmente por Marruecos, que abarca la costa atlántica; del otro lado, el suelo liberado por el Frente Polisario en guerras pasadas. Y de ambos lados, un sinfín de minas antipersonales sembradas por el régimen marroquí.
“El Guerguerat conecta la parte ocupada del Sáhara Occidental con Mauritania –detalla el joven-. Pero entre la parte ocupada y Mauritania, hay un espacio de 10 kilómetros que liberó y controla el ejército saharaui, y al que las fuerzas marroquíes no han logrado llegar. Desde 2001, Marruecos abrió una brecha ilegal en la parte que ocupa y, desde entonces, desfilan camiones que trasladan mercancía ilegal. Los saharauis no habían respondido a esta acción de Marruecos, esperando que la ONU se manifieste, pero Naciones Unidas no ha hecho nada para cerrar este paso ilegal”.
La respuesta del régimen marroquí a la protesta saharaui no podía ser otra. “Marruecos ha abierto fuego contra estos civiles y el ejército del Frente Polisario, que es el representante legal de los saharauis, ha contestado a estos ataques –resume Taleb-. Con este ataque, el ejército marroquí rompe el acuerdo de alto el fuego firmado en 1991, por lo cual el Frente Polisario ha declarado la guerra a Marruecos, ya que fueron las fuerzas marroquíes quienes, disparando a los civiles que se encontraban en la zona, rompieron ese alto el fuego”.
Intifada popular
En los últimos días, se pudieron ver algunos videos de cómo las fuerzas de seguridad marroquíes desataron la represión en los territorios ocupados, principalmente en la ciudad de El Aaiún, la capital histórica del Sáhara Occidental. Ante la intensificación de los bombardeos del Polisario, que se dirigen contra los puestos militares ubicados a lo largo del muro de separación, Marruecos golpea donde vive la población saharaui más vulnerable.
Taleb describe los años de ocupación: “Los saharauis que viven ahí sufren continuas violaciones a los derechos humanos por el simple hecho de ser saharauis. Cuando Marruecos invadió el territorio, aplicó una política de separar a los saharauis que vivían ahí. Realizó una política de colonización completa. Por ejemplo, en una calle, no podía haber más de dos casas de saharauis juntas. Llenaba las calles de colonos y quedaba una casa de saharauis en el medio. Con esto, buscaba borrar los arraigos culturales que los saharauis podían tener y que los identificaran. A pesar de ello, los saharauis han mantenido viva la llama de su nacionalismo, de su identidad y siempre se han manifestado de forma pacífica. Estas manifestaciones han sido reprimidas, muchas miles de personas han desaparecido, otras fueron torturadas o están encarceladas”.
A esta descripción, agrega: “Por el simple hecho de manifestarse, Marruecos reacciona de forma violenta. Esto sucede desde 1975, pero hoy en día, que se ha reiniciado la guerra, los civiles saharauis en los territorios ocupados están más desprotegidos que nunca, ya que Marruecos los está reprimiendo. Pero dentro de las ciudades, los ciudadanos saharauis se están levantando en una Intifada popular, en manifestaciones masivas en apoyo al Frente Polisario en su lucha por la liberación de todo el territorio saharaui. De estas manifestaciones, se reportan videos e imágenes que llegan a cuentagotas, porque Marruecos está bloqueando las redes sociales. Ahora, en los territorios ocupados, están haciendo redadas contra los jóvenes, van casa por casa y agarran a todos los jóvenes y se los llevan a lugares desconocidos”.
En los siete partes de guerra difundidos hasta ahora por el Frente Polisario, se enumeraron los bombardeos permanentes que lanzan los saharauis contra las bases militares marroquíes. También aseguraron que ultimaron a soldados y que otros uniformados huyeron. La monarquía marroquí, a través de Mohamed VI, manifestó que asumía sus “responsabilidades” y que había actuado de forma “legítima” en El Guerguerat.
La respuesta a Mohamed VI la dio Sidi Ouagal, secretario general del Ministerio de Seguridad y Documentación de la RASD: “El Frente Polisario, que ya no puede tolerar más la intransigencia marroquí y la incapacidad de Naciones Unidas para imponer su autoridad sobre el enemigo, sigue manteniendo las puertas abiertas, pero con la decisión irreversible de reanudar la lucha armada”.
*Por Leandro Albani para La tinta / Foto de portada: Lito Lizana – Zuma Prees
Origen: “Los saharauis se están levantando en una Intifada popular” | Sahara Press Service