Los zamoranos han abierto una vez más las puertas de su casa y de su corazón a 25 niños y niñas procedentes de campamentos saharauis y que llegan de la mano del programa Vacaciones en Paz para disfrutar de los meses de verano con familias de acogida que pondrán todo lo que esté en su mano para hacer de esta época estival un indeleble recuerdo para la memoria de los pequeños. Pasadas las 17:30 de la tarde de este martes, el autobús echaba el freno frente al Ayuntamiento de la ciudad para recibir a los niños y niñas, cuyo principal equipaje no es sino la ilusión de poder vivir esta experiencia.

Aguardando su llegada, se encontraban las familias que acogerán a los pequeños, con los brazos abiertos para darles el afectuoso saludo que han estado esperando tanto tiempo. Cada vez que huésped y hospedador se fundían en un tierno abrazo, no tardaban en aparecer lágrimas perlando algún que otro rostro, si bien con la certeza de que no deja de ser algo temporal, pero también con la plena convicción de que va a ser una experiencia enriquecedora e inolvidable para las dos partes, mayores y pequeños.

David Gago, en representación del consistorio calificaba este programa como «fundamental». Quiso dar las gracias a todos los implicados «por continuar con este programa». «Creo que toda la sociedad zamorana está concienciada con las necesidades del pueblo saharaui», añadía.