Marruecos: de la solidaridad retórica a la traición histórica a Palestina

Marruecos: de la solidaridad retórica a la traición histórica a Palestina

Fuente: La traición marroquí a la causa palestina: un análisis histórico, político y contemporáneo”, por Belgacem Merbah, 8 de agosto de 2025.

La causa palestina ha sido, durante más de siete décadas, un símbolo universal de resistencia contra la ocupación y la injusticia. Para el mundo árabe y musulmán, Palestina representa un punto de unión moral y político. Sin embargo, Marruecos —que se presenta como defensor de la identidad árabe y musulmana— ha desarrollado una política ambigua, que oscila entre declaraciones de solidaridad y actos que, en la práctica, socavan la causa palestina.

Como advierte Belgacem Merbah, “la paradoja se acentúa en un momento en que la normalización con Israel se acompaña de una brutal represión en Palestina, mientras la opinión pública marroquí parece apoyar a Palestina sin poder influir en las decisiones de su régimen”. El contraste entre el sentir popular y la actuación del Estado marroquí es hoy más visible que nunca.


La fachada de apoyo: solidaridad verbal sin compromiso real

En foros internacionales, Rabat ha insistido en su respaldo a Palestina. No obstante, este apoyo ha sido, en palabras de Merbah, “limitado y condicionado”, más enfocado a mantener una imagen panárabe que a ofrecer ayuda concreta. Como documenta Yezid Sayigh en Armed Struggle and the Search for State (1997), Marruecos nunca ha ofrecido territorio ni apoyo logístico duradero a los combatientes palestinos, a diferencia de otros Estados árabes que sí asumieron riesgos políticos y militares.

En otras palabras, mientras se mantenía una retórica oficial de unidad árabe, en la práctica Marruecos evitaba cualquier implicación que pudiera enfrentarlo directamente a las potencias occidentales o a Israel.


Hassan II y la traición de 1967

Uno de los episodios más graves, recordado por Ilan Pappé en La limpieza étnica de Palestina (2006), es la filtración por Hassan II de grabaciones secretas de la Liga Árabe en Casablanca, poco antes de la Guerra de los Seis Días. Según Merbah, “esta filtración permitió a Israel anticipar la estrategia árabe y obtener una rápida victoria, debilitando así permanentemente la causa palestina”.

Esta acción no fue un accidente diplomático, sino una operación deliberada que contribuyó a una de las derrotas más traumáticas para el mundo árabe y allanó el camino para la expansión territorial israelí.


Los Acuerdos de Abraham: dos ocupaciones que se legitiman mutuamente

En diciembre de 2020, Marruecos firmó los Acuerdos de Abraham, normalizando relaciones con Israel a cambio del reconocimiento, por parte de la administración Trump, de su supuesta soberanía sobre el Sáhara Occidental. El propio Merbah subraya que “este gesto, lejos de ser un simple ajuste diplomático, marca un punto de inflexión histórico, colocando al reino en una lógica de alianza explícita con el Estado sionista”.

El paralelismo es evidente: Israel ocupa ilegalmente Palestina, Marruecos ocupa ilegalmente el Sáhara Occidental, y ambos Estados utilizan este reconocimiento mutuo como escudo político frente al derecho internacional. Mientras tanto, la mayoría del pueblo marroquí, profundamente solidario con Palestina, permanece excluido de las decisiones sobre política exterior, lo que alimenta una creciente frustración social.


Complicidad militar en tiempos de masacre

En 2025, cuando Gaza sufría una ofensiva israelí que dejó miles de víctimas civiles, Marruecos acogió los ejercicios “León Africano” con la participación de soldados de la Brigada Golani. Esta unidad israelí es conocida por su implicación en operaciones contra civiles palestinos y ha sido denunciada repetidamente por organismos de derechos humanos.

La presencia de la Golani en suelo marroquí, documentada por Al Arabiya (2025), simboliza —en palabras de Merbah— “una supuesta complicidad entre el régimen marroquí y el ejército israelí, mientras se perpetran crímenes de lesa humanidad en Gaza”.


Palestina y Sáhara Occidental: luchas inseparables contra la ocupación

La política marroquí hacia Palestina es un espejo de su política hacia el Sáhara Occidental. En ambos casos, el régimen persigue una estrategia de legitimación internacional mediante alianzas con potencias dispuestas a ignorar el derecho internacional a cambio de beneficios geoestratégicos.

Tanto el pueblo palestino como el saharaui sufren desplazamiento forzoso, ocupación militar y un intento sistemático de borrar su identidad nacional. Las ocupaciones de Israel y Marruecos no son solo paralelas: están conectadas políticamente.


Conclusión: coherencia en la solidaridad

Marruecos ha pasado de la retórica panárabe a la normalización y cooperación abierta con Israel, acumulando actos que constituyen auténticas traiciones a la causa palestina. La filtración de 1967, los Acuerdos de Abraham y la presencia militar israelí en 2025 son hitos de una misma política: sacrificar principios a cambio de poder y reconocimiento.

La lucha por la autodeterminación del pueblo palestino y del pueblo saharaui es una misma causa contra el colonialismo. Como señala Merbah, “estas realidades subrayan la urgencia de una auténtica movilización árabe y un desafío a las alianzas que contradicen los principios fundamentales de justicia y libertad para Palestina”.

PLATAFORMA «NO TE OLVIDES DEL SAHARA OCCIDENTAL»