Madrid (ECS).- Desde el pasado mes de octubre, las relaciones bilaterales entre Marruecos y la entidad sionista no pasan por sus mejores momentos -no necesariamente a causa de Gaza– ya que, desde la normalización de las relaciones, en el año 2020, Marruecos viene presionando a Israel para que reconozca la soberanía marroquí sonre el Sáhara Occidental de manera oficial e inequívoca. En los primeros años de normalización, Israel intentó enviar varios mensajes políticos a Rabat a través de declaraciones no oficiales de algunos de sus ministros en el sentido de que Israel reconoce el Sáhara Occidental como territorio marroquí. Este proceso alcanzó su punto máximo en julio del año pasado, cuando Rabat dió el paso para recibir al Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu antes de finales de 2023, pero el inicio de la guerra de Israel-Gaza en Octubre lo impidió.
Según informaciones provenientes de fuentes exclusivas, Marruecos está seguro de que Israel no reconocerá oficialmente su soberanía sobre el Sáhara Occidental a menos que Tel Aviv obtenga un asiento como “miembro observador” en la Unión Africana. Los políticos de la entidad sionista creen que la tasa de hostilidad y odio hacia Israel en África ha aumentado en un 100% inmediatamente después de la normalización de las relaciones con Marruecos y su solicitud de obtener un asiento como “miembro observador” en la Unión Africana, lo que, según Israel, es rechazada por países liderados por Argelia y Sudáfrica en el continente.
Los estrategas israelíes opinan que Israel quiere dar a los países del norte de África la impresión de que no quiere involucrarse en las delicadas crisis regionales existentes, en particular en el conflicto del Sáhara Occidental, ya sea incluso obteniendo un asiento como miembro observador dentro de la Unión Africana, trabajaría desde allí con sus socios en el continente para mejorar su imagen entre los africanos.
Con este paso, Israel busca una reducción temporal de la escalada con Argelia, país que Tel Aviv considera un obstáculo en su incursión en África. La escalada suele reducirse cuando se dan acciones que parecen beneficiosas y pueden servir como factor para generar “confianza” entre países hostiles, según la filosofía sionista. Marruecos, por su parte, cree que su oportunidad, en medio de estos grandes cambios, es obtener el mayor número de armas y conocimientos de defensa israelíes hasta que, probablemente, Trump acceda al poder en los Estados Unidos el próximo noviembre.
Es de destacar que la Unión Africana retiró el estatus de miembro observador del que disfrutaba Israel dentro de la organización y, por lo tanto, Tel Aviv fue excluido permanentemente de la institución después de una década de esfuerzos diplomáticos implícitos y dos años de adoptar ese estatus. Tiempo después de este incidente diplomático, la guerra en la Franja de Gaza puso fin a esta discusión y “el expediente relacionado con la acreditación de Israel permaneció cerrado”.
Rabat había pedido a Tel Aviv que asigne agentes del MOSSAD y sus socios en la región para proporcionar cualquier información sobre las capacidades militares, las intenciones, los movimientos militares sobre el terreno y las capacidades armamentísticas de Argelia. A cambio, Marruecos proporcionaría a Israel misiles para los cazas F-16 y otras municiones debido a la falta de armamento de Israel tras casi un año de guerra con Hamás.
Origen: Marruecos e Israel y una crisis que decidirá el destino de la normalización entre ambos – ECSAHARAUI